- Vie, 02 Nov 2007, 16:39
#204842
Yo no veo mal meter algo de azucar en un vaso de leche si el niño no come NADA de leche y así la toma mejor.
Pero en tu caso me sorprende mucho una cosa, la misma que te ha preguntado mariquilla ¿para qué quieres que beba tanta leche? A partir del año el problema suele ser el exceso de leche y no el defecto. Un niño de la edad del tuyo debe tomar entre 500 y 750 ml de lácteos al día, no más (y esto incluye también quesos, yogures y postres lácteos). Esto es para evitar que al tomar tanta leche se les quite el hambre y dejen de comer otras cosas necesarias, ya que a partir de cierta edad lo importante es la AC y la leche se convierte en algo secundario. Además la leche impide la absorción del hierro, así que no sólo no es bueno que tomen mucha leche sino que es importante intentar espaciar los lácteos de las comidas (no darlos de postre como costumbre). El exceso de leche en niños de más de un año es causa de muchas anemias, en este foro ya han habido unas cuantas por este motivo.
Precisamente por este motivo Carlos Gonzalez suele recomendar no dar biberón a los niños de más de un año sino leche en vaso y no es porque se acostumbren ni esas cosas, es precisamente para conseguir que no tomen tanta leche, así al darles en vaso te aseguras que comerán seguro menos que con bibe. Yo no estoy muy de acuerdo en quitar el bibe así como así, pero desde luego jamás se debe favorecer que tomen leche de más.
Un poco de azucar en la leche o en un yogur o incluso un poco de colacao en la leche no es malo pero siempre que sea en vaso y como medida para los niños que sino no se comen la leche porque no les gusta. Hacer esto en un biberón es peligroso porque cualquier líquido dulce tomado en biberón puede crear la llamada "caries del biberón". Tu peque comía más de 200 ml de leche por bibe así que yo creo que tomaba más que suficiente.
Por cierto que precisamente el exceso de azúcares es la razón por la que no recomendamos tomar leches de crecimiento, porque encima de "clavarnos" con el precio lo único que consiguen es primero sobrealimentar a los niños (metiendo demasiadas calorías) y segundo acostumbrarles demasiado a lo dulce, tanto lo uno como lo otro hace que no quieran comer más que leche y volvemos a la temida anemia.
Cani+Patri 9/12/2004