Dedico al foro una media hora todos los días, repartida en dos tiempos y me pongo al corriente de vuestras cuitas y luego de vuestras respuestas, se que lo hago mal y os pido disculpas, debería ser una carretera de doble dirección, pero cuando puedo dedicar unos minutos a escribir ya está la respuesta que yo hubiera dado.
En casa no tengo ordenador, imposición voluntaria para mi salud mental, no dejaría nunca de trabajar, y en casa quiero "trabajar" en otros menesteres, las respuestas largas, documentadas o no, las imprimo y las leo en el taxi de vuelta a casa o de regreso al despacho.
Lo que quiero es daros las gracias por estar aquí, no sólo por toda la información valiosísima que recibo, tesoro incalculable, si no porque al leeros cuando he dejado a mi hijo en la guarde, en el cole ahora, o en casa malito con los "enfermeros" de turno, hoy mismo con su tita y sus primos encantado de la vida, vosotras me acercáis a él, vuestras experiencias son las mías y mientras que os léo mi hijo llena mi cabeza y mi corazón, le recuerdo, le siento, le oigo, le hablo, le acuno de nuevo, le canto, le huelo, le alimento, le duermo, le doy su medicina, le consuelo, le consiento, le mimo, le regaño, le quiero, le digo que le quiero...vamos que durante un rato de mi extensa e intensiva jornada laboral estoy con Pablo a través vuestra.
Con vosotras he aprendido que amo a Pablo profundamente y que amarle es lo mejor que puedo y se hacer, que el camino es duro pero que con las alforjas llenas de amor (léase también por amor respeto, paciencia, dedicación, buen humor, cariño, diálogo, atención, mas paciencia, mas dedicación, mas cariño...), se camina mejor y entiendes que disfrutar del camino es la meta.
En definitiva, que gracias por estar aquí y enseñarme cada día vuestro "método" que es el mío, por supuesto con muchas aportaciones propias requeridas por la singularidad de cada uno de nuestros hijos.