Lugar donde compartir el día a día de nuestros pequeños.

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por KRY
#204656 Tengo un agobio, porque estoy dudando si estoy educando bien a mi hija. No sé. Tanto decirme, y a lo mejor va a ser verdad que la estoy malcriando o mimando, y que eso cuando sea mayor le va a repercutir negativamente en su carácter.
Resulta que a raíz de otro mordisco que le dieron en la guarde (lo expliqué ayer en un post) he estado hablando con la de la guarde. Y me han dicho, que tiene mucho genio, que el otro día le regañó porque pegó a otro niño o algo así, y la niña se tiró al suelo con una pataleta!!!, que echa mucho genio cuando se le lleva la contraria. Y me lo creo (porque aunque a mí no se me haya tirado al suelo) a veces cuando le he dicho que no a algo o le he quitado algo que no debería coger se ha echado para atrás con muyyy mal genio y se ha puesto a gritar y a llorar. Y no le pega porque es una niña muy abierta y dulce. Se estará malcriando por mi culpa, porque yo no soporto verla llorar.
Hoy me han comentado una compañera contándole yo que me tiene las gafas medio rota porque m las coge y después las tiras, y le digo que no y lo vuelve a hacer. Y me han dicho que ahora empieza a forjar su carácter y que no puedo permitir esas cosas, que cuando lo haga le diga que no y que si vuelve a hacérmelo que le haga algo que no le gusta como sentarla en el carro o ponerla en el parque y que al cabo de un rato la coja y si lo vuelve a hacer lo haga otra vez, que aprenderá.
La verdad chicas es que no quiero que se haga un caprichosa, mimada e irrespetuosa. A lo mejor exagero, pero la verdad es que tiene mucho temperamento cuando está enfadada o quiere algo. Además todo esto está añadido en que últimamente está muy pegona (cosa que es normal ya que a ella le han pegado antes).
¿Qué hago? ¿Cómo hago para que ella pueda entender que esas cosas no se hacen con lo pequeña q es aún? ¿y lo de las pataletas?.

Perdón por el rollazo, pero como confío tanto en vosotras no podía dejar de contároslo.
Gracias.

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por luisam
#204664 Ay Kry,
que está entrando en la fase de las rabietas. Buff, en eso no te puedo ayudar mucho porque nosotros estamos en plena fase de rabietas total. En ello estoy con mi post de que no quiere bañarse :cry:
En cuanto a la cuidadora de la guarderia deberia saber esas cosas, que es normal lo de las pataletas.
Lo de las gafas, no creo que solucione nada lo que dice tú compañera, nosotros tratamos de distraerlo con otro objeto que si que puede cojer y le explicamos que el objeto en cuestión se puede estropear y hacerle daño o que es de mami y que lo necesita mucho.
De todas formas, hay que armarse de mucha mucha paciencia y repetrilo infinitas veces, y ya verás que si que entienden con todo lo pequeños que son.
Un abrazo muy grande :26:

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por belfi
#204675 te cuento lo que hago yo, que como primeriza, tampoco sé si hago bien...Cuando Helena se acerca a algo que no puede coger (el dvd, los cables, mis gafas), le decimos no, helena no, muy firmemente, ella ya sabe que algo pasa porque se para y se nos queda mirando, se rie, y sigue a ver hasta donde puede llegar, asi que cuando vuelve a la carga la cojo y me la llevo de alli, y asi todas las veces que lo intenta, que suelen ser muchas..
Yo creo que el castigarla o el ponerle el pañal rojo, como amenaza su padre, no sirve para nada, pero si le dices no, es no, y punto...

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por mariquilla
#204678 Kry, no te voy a poner el enlace con los artículos, pero te recomiendo que te pasas por educar con cariño :mrgreen:
Verás, lo de las rabietas, pataletas y demás nada tiene que ver con su carácter, ni con malcrianzas o sor más o menos mimada. Todos los niños, todos, pasan por esa fase. Hay que aprender a decir que no, a oponerse, para poder hacerlo de mayor, no? y con quien s eempeiza? con la madre, osea, tú ;-)
-te diría que repasaras las formas en que le dices no a tu hija, para que cambies el chip y le digas no de forma positiva. No cojas las gafas puedes cambiarlo por: sé que te gustan mis gafas, sabes para que son? para que mamá vea, porque sin las gafas ve menos que un gato escayola (esto es cosecha mía :mrgreen: ) así que es mejor que me las des o que la guardemos juntas aquí....Siempre siempre una explicación.
-te diría también que repases con esa amiga tuya el tema de los castigos. Yo prefiero consecuencias, no castigos. Sirve sentar a tu hija contra su voluntad y sus fuerzas en la sillita para que aprenda que tal o cual cosa no se coje? pues no, ni dejarla sin tele o sin caramelos. Tiene ques er consecuencia directa de su acción: que tira los juguetes, pues ya no juego contigo porque no sabes jugar, que no s equiere vestir o recoger? pues de aquí no s esale hasta que lo recojas.
-recuerda siempre que el buen humor y, sobre todo, el juego son armas poderosísimas. El "a ver quién termina de recojer y el último es un tonto pelao" funciona en mi casa el 99,99 % d elas veces. Eso sí, déjate ganar :fl

Y por supuesto ponerse en su lugar, no pensar que esto e slucha d epoder. Tienen que negarse, oponerse, si coje una rabieta, la dejas ranquila y cuando s ecalme le das un gran abrazo, para que vea que la comprendes, que no estás enfadada y que la sigues queriendo lo mismo.

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por belfi
#204687 Y eso tambien vale para los 9 meses? porque yo cuando trato de decirle esto no se coge cariño porque mama no ve tres en un burro, o el dvd no cielo que se rompe, pues no me hace ni puñetero caso..Cuando le digo "no", creo que me entiende algo mas...

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por mariquilla
#204699 Belfi, con 9 meses está en plena exploración. Deja el no para lo realmente importante: pegar, morder o tocar enchufes y demás. El resto, pon una casa segura, porque corres el riesgo de que para ella el no deje de ser algo importante.
De todas maneras, no creas que no te entiende, sí lo hace, aunque ella le dura un segundo en su cabeza, porque puede más su interés por aprender.
y te sirve a tí para ir acostumbrándote a dar explicaciones.

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por belfi
#204703 Si en realidad el no es solo para los enchufes y el dvd y la consola de su padre, que son intocables (se la rompio una dia porque la tiro al suelo y no veais como se puso carlos :???: ), el resto es "ten cuidado cariño" (dios, como me parezco a mi madre :oops: )
Bueno, que yo tambien pienso que las rabietas las tendrá independientemente de como la eduques, lo que pasa que la gente tiende a culpar a la permisividad de los padres..

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por mariquilla
#204706 belfi, lo que tenía que hacer carlos es quitar la consola de enmedio....
lee esto, verás cómo lo ves todo mas claro
EL NIÑO PEQUEÑO: DEL AÑO A LOS DOS AÑOS Y MEDIO

ME HA PARECIDO MUY ESCLARECEDOR DE CUALES SON LOS SENTIMIENTOS DE LOS NIÑOS EN ESTA EDAD DIFICIL PARA ELLOS Y PARA LOS PADRES. AYUDA VER LAS COSAS DESDE SU POSICIÓN, Y NO SOLO DESDE LA NUESTRA. ESPERO QUE OS SEA DE AYUDA EN ESOS MOMENTOS EN LOS QUE DESEAS QUE ALGO TE AYUDE A MANTENER LA CALMA.


EL NIÑO PEQUEÑO: DEL AÑO A LOS DOS AÑOS Y MEDIO

El niño pequeño ya no es un bebé que se siente parte de usted, que la utiliza como medio de control, como la persona que le facilita las cosas, como espejo de sí mismo y del mundo. Pero todavía no es un niño, dispuesto a veda como persona por derecho propio, a aceptar la responsabilidad por sí mismo y por sus acciones en relación con usted. Ha empezado a ser consciente de que usted y él son personas separadas. A veces afirma esta individualidad recién descubierta gritando «¡No!» y «jDéjame!», oponiéndose a su control y ayuda cada vez que surge un tema. Pero otras veces se aferrará a usted, llorará cuando salga de su habitación, extenderá las manos para que lo coja en brazos y exigirá, con la boca abierta, que lo alimente.
Su comportamiento intermedio es confuso para usted, pero es doloroso para él. Tiene que convertirse en persona por derecho propio, pero se siente más seguro si continúa siendo posesión de usted. Ha de empezar a rechazar su control total sobre él, pero le resulta más fácil aceptado. Tiene que desarrollar gustos y aversiones propias, perseguir sus propios fines, incluso cuando se contradicen con los de usted, aunque ese conflicto le parezca desesperadamente peligroso. Todavía la quiere con una pasión sin igual y depende por completo de usted para encontrar apoyo emocional. El imperativo del desarrollo de la independencia entra en conflicto con el imperativo emocional propio del amor.
Si espera que el niño pequeño siga siendo lo que fue, un bebé comparativamente manejable, tendrá que chocar directamente con usted. Él necesita su amor y aprobación, pero su impulso por crecer no le permitirán aceptados al precio de una excesiva dependencia. Si usted espera que se convierta de la noche a la g1añana en 10 que será (un niño sensible), él se sentirá inadecuado. Necesita de su ayuda y su consuelo, y si se 10 retiran, no sabe arreglárselas. Tratado como un pequeño, será rebelde. Tratado como mayor, será un quejica.
Hay un camino intermedio que le permite aventurarse, al mismo tiempo que le ofrecemos seguridades contra posibles «desastres»; ayúdelo a probar, pero amortigüe sus fracasos; ofrézcale una firme estructura para un
comportamiento aceptable, pero de tal modo que no dañe su naciente sentido de ser dueño de sí mismo. Depende de la comprensión o del rechazo para que no se deje engañar por las apariencias. En muchos aspectos parece bastante más crecido de lo que él mismo se siente. Su capacidad para hablar, caminar y jugar se ha desarrollado hasta el extremo en que parece haber pocas diferencias con respecto a un niño de tres años, pero su com
prensión y su experiencia todavía no están a esa altura. Si lo trata como un
bebé, lo frenará. Tiene que aprender a comprender. Debe adquirir experiencia. Pero si lo trata como lo haría con un niño en edad preescolar, lo someterá a una presión excesiva. Se le tiene que enseñar a comprender y sus experiencias tienen que ser manejables.
La clave para comprender al niño pequeño radica en comprender el desarrollo de sus procesos de pensamiento. Sólo en la medida en que éstos maduren, esas emociones conflictivas y habilidades engañosas se unen para formar un todo razonable y manejable en que ya se ha convertido el niño.
La memoria del niño pequeño, por ejemplo, no funciona todavía como lo hará cuando sea mayor. Recuerda a personas, lugares, canciones y olores tan bien como usted, pero su memoria para algunos detalles sigue siendo muy corta. Cuando era un bebé y hacía cosas propias de bebé, eso no era importante ni parecía muy evidente. Pero ahora trata de hacer cosas de niño mayor, de una forma vital y cuidadosa. Día tras día tropieza y se cae
con el escalón que hay entre la cocina y el salón. Irritada y preocupada por los golpes que se da en la cabeza, usted se pregunta si aprenderá alguna vez. Aprenderá, pero necesitará su tiempo. No puede «llevar el escalón en la cabeza» hasta que la experiencia repetida le haya dado finalmente un lugar permanente en su memoria. Cuando era un bebé, su tarea fue evitar que se cayera.. Ahora, cuando ya es un niño pequeño, su tarea consiste en indicarle
. la presencia del escalón. Pero en estos momentos la tarea principal consiste en modificar los dolorosos resultados de esa serie de experiencias y refrescar esa memoria. Puede que tenga que acolchar el escalón y a continuación recordarle su presencia.
Del mismo modo que el recuerdo de las cosas ocurridas en el pasado es selectivo, también lo es su capacidad para la premeditación. Aunque entiende que usted se va a trabajar al verla con el maletín en la mano, no prevé los resultados de su propio comportamiento. Si es capaz de subir esa escalera de mano que tanto le atrae, lo hará. No puede pensar por adelantado en el problema de cómo volver a bajar. A menudo, las dificultades con la memoria y con la previsión se combinan para producirle problemas. Se le ha reñido una y otra vez por girar los botones de la televisión, pero cuando hoy se acerque al aparato no recordará los regaños anteriores ni preverá el próximo que se le avecina. Esos botones lo atraen como un imán.
Como no puede pensar por adelantado, apenas es capaz de esperar para hacer lo que sea. Si quiere algo, lo quiere ahora, y sus gritos empiezan incluso cuando la ve quitar la envoltura del anhelado polo. Incapaz de esperar por las cosas que le gustan, no soporta ni siquiera la pequeña incomodidad
actual para estar más cómodo un poco más tarde. Gimotea desconsolado porque el polo lo ha dejado pegajoso y, sin embargo, se opone al paño húmedo con el que se le pretende lavar la cara y que le producirá alivio. Sólo tiene la posibilidad de vivir el momento presente.
Otro tipo de inmadurez similar en su pensamiento hace que también tenga problemas en sus relaciones con las personas. La quiere a usted. Todo el mundo le dice que él la quiere mucho. Él mismo también se lo dice y al recibir usted su enorme abrazo y su sonrisa maliciosa o su risa de satisfacción, puede estar segura de que la ama. Y sin embargo, a menudo no puede comportarse de la forma en que los adultos pensamos como «cariño». No puede ponerse en lugar de usted, ni ver las cosas a través de sus ojos. Detestará que usted se ponga a llorar, pero serán los sentimientos que provocan sus propias lágrimas lo que le disgustará, y no los sentimientos que la presencia de esas lágrimas representan en usted. Su tarea todavía no consiste en tener en cuenta los sentimientos de otras personas; antes tiene que reconciliarse con los propios sentimientos. Si él le pega, y usted le devuelve el golpe para demostrarle «lo que se siente», le habrá dado una lección que no está preparado para aprender. Llorará como si golpear fuera una idea totalmente nueva para éL No establece relación alguna entre lo que le hizo y lo que usted le ha hecho a él, entre los sentimientos propios y los de usted.
A menudo incluso sus propios sentimientos son un verdadero misterio para éL No sabe lo que siente ahora, yeso, combinado con su incapacidad para recordar lo que sintió la última vez, o para predecir lo que sentirá después, hace que le sea tremendamente dificil tomar decisiones. «¿Quieres quedarte conmigo o ir a la tienda con papá?», parece una elección sencilla e insignificante, pero no es ni tan directa ni tan poco importante para el niño pequeño. ¿Con quién de los dos disfrutará más? ¿Con quién disfrutó más la última vez? ¿Qué tiene ganas de hacer ahora? No lo sabe y no puede saberlo. Vacila en su decisión, y sea ésta la que fuere, se siente desdichado.
Tendrá que aprender a tomar sus propias decisiones. Nadie puede madurar si alguien toma todas las decisiones por éL Pero practicar la toma de decisiones debería hacerse con aquellas en las que no tenga nada que perder. Si tiene que elegir entte dos dulces, «¿Cuál te comerás primero?» es la pregunta que él puede considerar sin sentir tensión alguna. Al fin y al cabo, riene los dos a su disposición. Nadie le quitará el dulce que decida no comerse primero. Y puede cambiar de opinión seis pegajosas veces si así lo ~ere.
El lenguaje del niño puede causarle problemas al sugerir que su com:rensión es mayor de lo que es en realidad. Aprende palabras nuevas y las .::riIiza cada vez más libremente, pero a muchas de ellas todavía les faltan los ~cados más sutiles. Puede utilizar la palabra «promesa», por ejemplo, ~ posiblemente no comprenda el concepto que suele transmitir esta pa~ Si le ofrece cinco minutos más de juego, prometerá irse a la cama in~t3IIlente después. Pero tras esos cinco minutos quiere otros cinco. '= =onces no entiende el reproche de su voz cuando le dice: .Pero me has :-romerido......

Las palabras también le producen problemas con la verdad. Quizá ho..:- = ya con la suficiente fluidez como para expresar frecuentes acusacionc negativas cuya exactitud todavía no significan nada para él. Habla segiJI:. ': que siente. Puede que haya sido el perro el que haya causado ese charcc =
desea que hubiera sido así, y lo dice de ese modo. Cuando, en el tranSoC"'"..;so de una pelea con su hermana se cae y se hace daño en una rodilla. ~: que ella lo empujó. En realidad, ella no le hizo nada, sino que más bien ~ rió sus sentimientos. Lo que dice es una especie de verdad sentida, que ~sulta ser bastante diferente que la verdad de los adultos.
Más adelante podrá usted demostrarle el valor de las promesas hechas responsablemente y mantenidas a rajatabla, de la verdad dicha y de las mentiras que hay que evitar. Pero todavía es demasiado pronto. No lo atosigue
con conceptos que no puede comprender. Está haciendo lo mejor que puede por agradar, pero si espera demasiado de su nivel, fracasará.
El ritmo evolutivo del niño le ha indicado que ya es hora de dejar de ser un bebé y progresar hacia el esta tus de individuo. Si lo trata como a un bebé, luchará con usted a lo largo del camino y, al final, se ganará su independencia, porque eso es lo que debe hacer. Pero la ganará a un precio terrible, pagado en forma de amor perdido.
Ese ritmo evolutivo todavía no equivale a «niñez», por lo que tampoco serán efectivos los intentos por disciplinarlo como se disciplina a un niño. Se enfrentará usted a una falta de comprensión que parece como si fuera un desafio, y cada batalla en la que participe terminará con amor perdido. Así pues, no intente conseguir el control absoluto y no participe en batallas morales. El pequeño será «bueno» si tiene la sensación de hacer lo que usted desea de él y no tiene ganas de hacer cualquier cosa que a usted le disguste. Con un poco de astucia, puede organizar su vida y sus temas en particular como un todo, de tal modo que ambos deseen lo mismo la mayoóa de las veces. El pequeño tiene los cubos de plástico desparramados por el suelo, y usted quiere que la habitación esté ordenada. Si le dice que los recoja, probablemente se negará. Si insiste, se entablará una pelea que usted no puede ganar. Si le grita o le castiga, lo reducirá al desconsuelo, pero nada de eso hará que recoja los cubos del suelo. En cambio, si le dice: «Apuesto a que puedes guardar todos esos cubos en la bolsa antes de que yo haya terminado de recoger estos libros», habrá convertido todo el asunto en un juego. Entonces él deseará hacer lo que usted quiere que haga, y lo hará. No lo hará «por mamá», y tampoco por ser un «buen chic~»,sino porque usted ha conseguido que desee hacerlo. Y en eso consiste el truco. En dirigir su vida al prever las dificultades y soslayarlas, al evitar las órdenes absolutas que serán absolutamente rechazadas, al dirigir y guiar al niño hacia el comportamiento que desea que muestre, porque nada le ha hecho desear comportarse de otro modo.
La recompensa es diversión para todos, en vez de enfrentamiento. Pero la recompensa que se obtendrá después es mucho más importante. Este niño pequeño, que todavía no sabe distinguir lo correcto de lo incorrecto, que no puede elegir entre comportarse bien y mal, está creciendo. Llegará el momento en que comprenderá cuáles son los sentimientos y los derechos de usted, que recordará las instrucciones que se le han dado, que preverá los resultados de sus acciones, comprenderá las sutilidades del lenguaje cotidiano y reconocerá los sentimientos y los derechos de los demás. Cuando llegue ese momento, podrá ser «bueno» o «revoltoso» a propósito. Lo que elija entonces dependerá en buena medida de lo que sienta sobre sus adultos «especiales». Si llega a esa siguiente fase del crecimiento con la sensación de que ustedes son básicamente cariñosos, que aprueban lo que hace y que están de su parte, querrá agradarles (en la mayoría de las ocasiones).Así pues, y con numerosos lapsos, se comportará como ustedes desean. Pero si llega a esa fase con la sensación de que son ustedes abrumadores, incomprensibles y que están contra él, quizá ya haya decidido que no vale la pena intentar agradarles porque se enfadan a menudo con él, y porque es demasiado peligroso amarles, debido a que con mucha frecuencia ha tenido la impresión de que ustedes no le amaban.
Si alguna vez se preguntan si están siendo demasiado débiles y condescendientes con su hijo pequeño, o si alguien les sugiere que ha llegado el momento de ser más duros con él, miren hacia delante. Si el niño cumple sus tres o cuatro años sin buscar su aprobación, sin sentirse cooperativo, sin
seguridad de amar y ser amado, habrán perdido la base para una «disciplina» 5cil y efectiva durante toda la infancia. En esta fase de su desarrollo, un niño feliz es un niño fácil de llevar ahora, y un niño fácil de llevar ahora,
también lo será en el futuro.
_________________
Cani+Patri 9/12/2004

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por solecilla
#204714 pues yo lo que creo kry es que en la guarderia se estan aplicando eso de que la mejor defensa es un buen ataque: como has ido a decirles que es el segundo mordisco que trae tu hija, y que no supervisan y que mezclan niños de distintas edades, pues ellas contraatacan diciendo que es tu hija la que pega....¡venga ya hombre! a ver si va a ser la unica niña que tienen en la guarderia con esa edad que da manotazos y se tira por los suelos.

lo que pasa es que diciendote esto, te has sentido juzgada y has dudado. te han hecho dudar y asi han logrado su objetivo: que te olvides que la que ha traido lesiones a casa es tu hija.

si no saben manejar a un niño de un año, que aprendan. un niño de un año llorará si le quitas algo pero ¿en una guarderia no se supone que no habrá al alcance de un niño de esa edad cosas que no deba tener?¿no se supone que es un lugar seguro en el que pueden moverse y explorar?.

y para ti, respecto a la niña en casa, acuerdate de tener fuera de su alcance y de su vista las cosas que no quieras que estropee. si no quieres que te tire las gafas al suelo, aprende a quitarselas de la mano a tiempo, o llevalas atadas con una de esas cadenitas tan monas que hay ahora. no se trata de dejarles hacer, sino de guiar su comportamiento con respeto. por supuesto que hacen un berrinche cuando les llevas la contraria ¿que haces tu cuando te llevan la contraria o te quitan una cosa?¿te cabreas? pues tu hija de momento carece de la capacidad de expresarse de otro modo.

aclara bien las cosas con la guarderia, y hazles saber que parte de responsabilidad les corresponde, y que tu en casa ya harás lo que tengas que hacer pero que ellas deben:

-proveer un lugar seguro adecuado a la edad de cada niño
-supervisar en TODO MOMENTO a los niños
-mantenerlos adecuadamente separados por edades.
-ser suficientemente profesionales y adquirir los conocimientos necesarios para manejar el comportamiento infantil.

por mucho que tu mantengas a tu hija entretenida, contenida y a salvo en casa eso no les servirá a ellas de nada. allí son ellas las encargadas, y la niña sabe perfectamente lo que puede hacer en cada sitio y lo que no.

RECUERDA: las recomendaciones del foro NO PUEDEN sustituir a la consulta con un medico (NI LO PRETENDEN)
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por mariquilla
#204721 :shock: he leído rápido y no he caído que era en la guardería :sad:

Mamá de JULIO (3/12/2004)
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por cani
#204853 A ver, primero de todo, mi hija entre el año y el año y medio me rompió dos gafas (o tres no recuerdo). Gracias que eran gafas viejas, porque en la calle lo que uso son lentillas que sino...

Por supuesto que no debes permitirle estas cosas, debes primero de todo apartarle de lo que está haciendo (quitarle las gafas en cuanto puedas, o mejor si lo consigues no dejarle que las coja), decirle que eso no se hace muy seria y en tono que no le quepa duda, y explicarle que las gafas las necesitas para ver y que si las coje se romperán.

Le malcriarías si se las dejas a pesar de que sabes que las va a romper solo para que se calle. Si le apartas de la acción negativa diciendo que no y le explicas a continuación el por qué entonces no le estás malcriando para nada. ¿Entonces por qué no te hace caso? ¿por qué mi hija me rompió dos o tres gafas si me sé la teoría tan bien? pues porque son muy pequeños, porque el querer investigar les puede y por todo esto las cosas no las aprenden a la primera ni a la segunda ni a la tercera. Obrar así nos cuesta decenas, cientos de veces de evitar, apartar, explicar, pero un día de repente la ciento una vez, te das cuenta que la niña te devuelve las gafas en cuanto le dices que las va a romper, y te das cuenta que lo ha entendido, que lo ha interiorizado y que por fín ya ha aprendido la lección.

Ahora en más de un año ya no me ha vuelto a romper una sola gafa, hasta me animé y compré unas nuevas, fíjate... pero ya ves que la cosa costó lo suyo. Aún me sigue cogiendo las gafas de vez en cuando, ahora más bien ya solo las pide pero alguna vez aún las coje por su cuenta, pero ya le puedo decir que las va a romper que tenga cuidado y que me las devuelva sabiendo que me hará caso... casi todas las veces.

Y segundo respecto a esto:
KRY escribió:Hoy me han comentado una compañera contándole yo que me tiene las gafas medio rota porque m las coge y después las tiras, y le digo que no y lo vuelve a hacer. Y me han dicho que ahora empieza a forjar su carácter y que no puedo permitir esas cosas, que cuando lo haga le diga que no y que si vuelve a hacérmelo que le haga algo que no le gusta como sentarla en el carro o ponerla en el parque y que al cabo de un rato la coja y si lo vuelve a hacer lo haga otra vez, que aprenderá.


Conozco a unos padres de un supuesto "niño dificil" (que yo considero un niño de lo más normal y además una ricura la verdad) que como se porta tan mal lleva desde que tenía menos de un año castigándole de esas maneras, metiendole un minutito en el corralito o parque, sentándole en la silla en cuanto hace algo indebido, etc. Ahora con más de dos años el niño sigue exactamente igual, yo diría que peor, y los castigos van aumentando , se queda sin tele, sin parque, etc. El niño no ha aprendido nada porque jamás le han enseñado nada (el castigo no educa) y además los castigos ya le entran por una oreja y le salen por otra, le sientan en la silla se pega una llorera porque él no quería ir sentado y luego le preguntan "¿te portarás bien?", él por supuesto dice que sí y en cuanto se ve libre vuelve a las andadas.

Me da mucha pena este niño porque tanto castigo y tan poca enseñanza le están convirtiendo en el niño terrible y difícil que sus padres temían. Además eso de estar cada dos por tres "atado" hace que en cuanto le sueltan está tan nerviosísimo que claro no para de correr, de brincar y lo hace sin atender a razones. Está demasiado nervioso y contento como para poder quedarse quieto al ladito de los papás porque quizás es la primera vez en todo el día que se ve libre el pobre.

Lo dicho mucha mucha lástima de niño, por favor que nadie caiga en este error...

Cani+Patri 9/12/2004
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por KRY
#204959 Millones de gracias por todo lo que me habéis dicho.

Sole tienes toda la razón del mundo, fui a la guarde indignada más derecha que una vela y volví cabizbaja :cry: . Pero ya sé perfectamente lo que tengo que hacer a partir de ahora.

En realidad yo pensaba como vosotras (eso de amarrarla y dejarla llorar para que aprenda.... sinceramente no creo que ni lo hubiese intentado) lo que ocurre que no hay mucha gente que opine como yo, como nosotras en algunos temas y por a lo mejor cobardía :oops: necesitaba que alguien me dijera lo q vosotras me habéis dicho. Seré firme sin chillar ni hacerlo mal, le quitaré las cosas del medio............ y sobre todo entender por qué en ese momento tiene rabieta, si está cansada, aburrida, genio, etc.

Por cierto a ver si aprendo a hacer citas porque todavía no sé y me gustaría poner frases de la que decíis para responder :oops: (va a hacer un año en el foro y todavía estoy así).

Pues lo dicho que gracias, muchas gracias reinas. :fl

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por Daffy24
#205169 Hola.. pues ya no hay mucho que decir... yo te hubiera contestado lo que te contesto solecilla..aunque de una manera mas rudimentaria jajaja..pero la idea es esa... eso de castigar a los niños pues no me parece ni sano, ni bueno ni util...y meeeeeenos si tienen menos de 3 años... que no entienden todavia lo que esta bien y lo que esta mal...ellos solo exploran, tocan, avientan...y como dice Solecilla en la guarde deberian saber como tratarlos y no tener nada que no deban tocar o agarrar...en fin...

*Para lo de citar haces click en el lado derecho hasta arriba de cada mensaje hay un cuadrito blanco que dice citar...no se a las demas pero a mi siempre me aparece el mensaje completo, borras y nada mas dejas las frases o el parrafo que quieras responder en concreto :lol: , espero haberte ayudado...

Besillos

Daffy

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"Hemos de empezar a ver a los niños como si de una argamasa se tratara que necesita de unas manos dóciles, amables y cuidadosas para moldearla. Cuanto más dulces sean estas manos, cuanto más cercanas y comprensivas sean con las irregularidades que la argamasa pueda provocar, mejor será el resultado final."
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por gemmacc
#205175
Hoy me han comentado una compañera contándole yo que me tiene las gafas medio rota porque m las coge y después las tiras, y le digo que no y lo vuelve a hacer. Y me han dicho que ahora empieza a forjar su carácter y que no puedo permitir esas cosas, que cuando lo haga le diga que no y que si vuelve a hacérmelo que le haga algo que no le gusta como sentarla en el carro o ponerla en el parque y que al cabo de un rato la coja y si lo vuelve a hacer lo haga otra vez, que aprenderá.


Adrià tiene la misma edad q tu pequeña. Es del septiembre del 2006. Y le encanta cogerme las gafas y tirarlas. También tira al suelo sus libros y sus juguetes. (O sea, no es personal -P )

Yo le explico (como te dice Mariquilla) que "sé q te encantan mis gafas. Pero si me las quitas no veré donde estás. Y no veré lo guapo que eres, ni veré tu sonrisa. Y mamá tampoco verá a papá". Si hay suerte me las devuelve, si no, al suelo.

En la óptica me dijeron q las mamás éramos sus mejores clientes, por cierto. :lol: :
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por KRY
#205190
gemmacc escribió:
quote]

Adrià tiene la misma edad q tu pequeña. Es del septiembre del 2006. Y le encanta cogerme las gafas y tirarlas. También tira al suelo sus libros y sus juguetes. (O sea, no es personal -P )

:




gemmac, son cosas de la edad. Ariadna también es de septiembre de 2006, a qué son del mismo día?? :mrgreen:

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