La lactancia materna debe prepararse durante el embarazo. De esta manera, la madre se prepara psicológicamente al mismo tiempo que almacena reservas. Si las condiciones son óptimas, el bebé disfrutará de los enormes beneficios que proporciona la leche materna. ¿Quieres conocer cuáles son estas ventajas? Encontrarás la respuesta en el siguiente artículo.
Lo que pretendemos con este artículo es darte a conocer las ventajas nutricionales, inmunológicas y psicológicas que la lactancia materna aporta a tu bebé. Queremos ayudarte a aclarar las dudas que puedas tener entorno a este tema.
VENTAJAS NUTRICIONALES PARA TU BEBÉ:
Desde el punto de vista nutricional y fisiológico las ventajas de la lactancia materna para el recién nacido son enormes.
La leche de los primeros días, el calostro, facilita el establecimiento de la flora intestinal, que protege al bebé de la proliferación de gérmenes patógenos y, por tanto, del desarrollo de infecciones. Además, en el calostro se encuentra una gran cantidad de proteínas, minerales y anticuerpos procedentes de la mamá, que protegerán al niño de muchas infecciones mientras se pone en marcha su sistema inmunológico. No existe ningún equivalente artificial del calostro, lo cual lo hace insustituible en la alimentación de tu hijo.
La composición de la leche materna se adapta a las necesidades del bebé en cada momento, por lo que varía a lo largo del día y durante el curso de la misma toma.
La cantidad y la calidad de las proteínas, y algunos aminoácidos como la cisteína y la taurina de la leche humana, cubren perfectamente las necesidades nutritivas del niño. Además, son proteínas propias de la especie humana, lo que evitará la aparición de alergias y de otros fenómenos de intolerancia.
Los tipos de grasa que componen la leche materna favorecerán al buen desarrollo del cerebro y evitarán el depósito precoz de colesterol en la pared de las arterias de tu hijo. Parece ser que, de alguna manera, la lactancia materna es importante en la prevención de enfermedades cardiovasculares de la edad adulta.
El componente más importante de los hidratos de carbono, o glúcidos, de la leche materna es la lactosa, que el intestino del recién nacido digiere muy fácilmente.
La leche materna contiene enzimas, conocidas como lipasas, que facilitan la digestión de las grasas.
El contenido en sales minerales de esta leche (calcio, hierro y cinc) permiten el mejor aprovechamiento por parte del organismo del recién nacido. De esta forma, la lactancia materna tiene un papel importante en la prevención del raquitismo y de las anemias.
Las concentraciones de sodio y de potasio de la leche de la madre son mucho más débiles y no sobrecargan el riñón, evitando retenciones innecesarias de agua que podrían predisponer a la hipertensión arterial.
La leche materna se produce con la concentración adecuada y la cantidad que el bebé toma, se adapta a su apetito, por lo que no hay riesgo de sobrealimentación y exceso de peso.
Debido al trabajo de succión de la mama que hace el recién nacido, desarrollará la musculatura de la boca mucho mejor que con el biberón.
La leche materna se digiere antes y mejor que la leche de vaca, por lo que se previene el estreñimiento. No obstante, puede ocurrir que al darle el pecho haga deposiciones menos abundantes que con el biberón. Esto se debe a que la leche que ingiere es asimilada en mayor proporción.
El bebé que toma el pecho succiona sólo lo que necesita.
VENTAJAS INMUNOLÓGICAS:
Se ha comprobado que los niños que toman leche materna padecen menos infecciones intestinales y respiratorias.
Existen una serie de razones que explican esta protección:
La leche materna es estéril y carece de bacterias. No requiere ninguna manipulación ni preparación para ser tomada por el niño.
Contiene muchas inmunoglobulinas, que constituyen los anticuerpos y que protegen al niño de diversas infecciones. Proceden de la sangre de la madre y se filtran hasta la leche en la glándula mamaria.
Contiene células sanguíneas blancas, denominadas leucocitos o glóbulos blancos, que son las encargadas de la defensa contra las infecciones.
Contiene una sustancia denominada factor bífido, que favorece el crecimiento en el intestino del niño de una bacteria llamada lactobacilo bífido, que actúa evitando la proliferación de bacterias dañinas causantes de diarreas.
Contiene lactoferrina, una sustancia que se une al hierro y evita que éste sea usado por algunas bacterias causantes de infecciones intestinales.
Posee una gran cantidad de enzimas, sustancias activas en el metabolismo celular, especialmente lisozima, que actúa destruyendo las bacterias.
VENTAJAS PSICOLÓGICAS:
La lactancia materna hará que se refuercen los lazos afectivos entre la mamá y su bebé, disminuyendo la inseguridad que siente éste al salir del útero materno hacia un medio que le es extraño.
Cada vez que el niño toma el pecho recibe el alimento adecuado y un buen número de estímulos procedentes de su madre. Mira su rostro fijamente y le sonríe cuando ella le habla o le hace muecas. De esta manera empieza a aprender el lenguaje.
Además, aporta al recién nacido una serie de experiencias gustativas, olfativas y táctiles, que colaboran definitivamente al descubrimiento del mundo de los sentidos.
Como has podido observar las ventajas son muchas como para dejar escapar la oportunidad de darle el pecho a tu hijo. Además tú también puedes sacar beneficios de ello. Ante cualquier duda siempre es aconsejable consultar con el ginecólogo o con el pediatra.
Elena Roger Gamir
Pedagoga