Y es que quiero deciros que no me apetece seguir en el foro y que me voy, al menos por una temporada. Quiero pensar que no será definitivo, pero ahora mismo no puedo saberlo. También quiero que sepáis que he llegado a pensar en irme sin despedirme, ya que no quiero explicar mis motivos. Espero que podáis perdonarme, pero de veras lo prefiero así. Realmente me gustaría que se respetara este deseo, que es casi una súplica. Dejadme deciros adiós sin temor a vuestros juicios, porque este foro ha sido muy importante para mí. Puede que no lo parezca, ya que no he participado mucho, pero os aseguro que lo ha sido. Nunca sabréis cuánto os agradezco todo lo que habéis hecho por mí y por mi familia.
La otra cosa que quiero decir es que de todo lo que he aprendido en este tiempo lo más importante me parece esto: Quien se dedica al bienestar de las criaturas humanas está haciendo la revolución, está realmente cambiando el mundo desde sus cimientos. Hitler jamás podría haber sido el producto de un padre y una madre cariñosos y respetuosos, es sencillamente imposible. Pero cuando hablo de revolución no me refiero a una lucha. No me refiero a pelear contra otro bando, contra los que no piensan como nosotros, contra los que practican o promueven métodos que no nos gustan, contra quien no atiende las necesidades básicas de los niños o incluso los daña directamente, contra los que necesitan tanto tiempo para si mismos que no les queda nada para sus hijos. Porque no hay nada que conquistar, no hay espacio que ocupar, no hay aliados que hacer, ni enemigos, ni batallas que ganar, no hay frases ocurrentes que disparar para callar sus bocas. Sólo hay mucho que comprender y escuchar, hay que ponerse en el pellejo de las otras personas e intentar sentir como están sintiendo, para comprenderlas, para asomarse a la profundidad del daño que les hace actuar de esa forma. Porque siempre hay un daño, siempre. Entonces, si nos dejan, podemos ponernos a su lado y enseñarles que hemos conocido otra forma de hacer las cosas, y que si algún día deciden probarla, jamás estarán solas. Y porque nosotras también hemos estado donde ellas están, también hemos enfrentado nuestras sombras, y seguimos haciéndolo.
Dicho de otra forma, decir de una madre que alimenta a su hijo con biberón que es una comodona que no quiere que se le caigan las tetas y que está perjudicando a sabiendas la salud de su hijo no promociona la lactancia materna. Sólo hiere, es un ataque, que como tal hace al otro defenderse, atrincherarse en sus posturas y cargarse de más y más razones. Si sé que esto es así, es porque yo lo he experimentado mil veces, tanto en un lado, en el de quien hiere, como en el otro, en el de quien es herido. Y por eso puedo aseguraros ahora que sólo quien me ha tratado con cariño y comprensión me ha ayudado a ser mejor madre y mejor persona.
Eso es lo que siempre admiré de Carlos González, que nunca ataca, nunca hiere ni juzga intenciones, y lo que siempre me ha gustado tanto de este foro y lo ha hecho diferente de otros que conozco y por tanto mi elegido. Por favor, intentad que nunca se pierda.
Os doy nuevamente las gracias, especialmente a algunas que ya sabéis quiénes sois.
Hasta más ver, o quizás debería decir leer, Maite.
Gabriel Miró