- Vie, 26 Oct 2007, 10:21
#201404
Imposible apenas aportar nada más, te lo han dicho prácticamente todo...
Cani, Mariquilla, en dos palabras: im-presionante.
Malena, yo sólo te puedo contar una cosa.
Cuando yo tuve a mi hija mayor no conocía este foro, no existía.
Así que la crié como yo creía que hacía bien.
Y yo era de tooodo lo contrario a este foro. Me daba vergüenza si mi hija no se portaba bien o agarraba una rabieta en público, creía que no se podía razonar con ella, yo marcaba mis normas, si tenía que ir en el carro aunque no quisiera, la forzaba, en fin, me
mucho, de contaros esto realmente, pero fue así. Yo quería mucho a mi hija, pero no la llegaba a comprender, ¿por qué?, efectivamente porque no me ponía en su lugar, no me daba cuenta de que era una personita, una persona como yo, y que aún siendo muy pequeña merecía respeto, comprensión.
Conforme Alba crecía me iba dando cuenta de muchísimas cosas, y siempre he dicho que Alba me ha enseñado a ser MADRE.
Y ahora, con Mario, y al haber tenido la suerte de conoceros a vosotras, todo es bien distinto. Yo sí he procurado aplicar vuestros "métodos" y mi vida es más tranquila, y mi hijo más feliz.
Pero Malena, mi hijo no es un santo. Precisamente ahora mismo estamos pasando por una etapa difícil. Nunca se despertaba por las noches, y ahora no veas lo que se despierta y sus gritos lastimeros llamándome.
Y yo sé lo que le pasa a mi hijo. Simplemente que me necesita. Y ¿por qué? Pues porque tiene 2 años, porque está cambiando, madurando, el mundo se le viene encima, y yo soy su consuelo, su seguridad, su apoyo, para no tener miedo, para sentirse seguro y querido. Y por la noche si se despierta a oscuras, me parece lo más normal del mundo que me llame.
Pero estoy completamente convencida de que esto es una etapa y de que pasará. Mientras tanto lo voy llevando como puedo. A veces si veo que se calla enseguida y se vuelve a dormir, ni me levanto. Otras, si está más alterado voy y estoy con él, sólo pide mi mano para volverse a dormir.
Y mientras tanto aguanto, paciencia, aunque alguna noche duerma poco, y a las 7 de la mañana tenga que levantarme, sé que pasará, y cuanto menos drama haga de esto, antes pasará.
MALENA y PEDRO escribió:
La semana pasada fuimos al oculista. Se portó tan mal que me sentí abochornada e impotente para controlarle. No dejó que le miraran, no quiso hacer nada de lo que le decían y yo no fui capaz de conseguirlo, ni con sobornos, ni con buenas palabras. Iba llorando a voz en grito por los pasillos, la médica que nos atendía casi no pudo hacerle nada y yo podía leer en su mente: "QUÉ MALEDUCADO, VAYA PAPELÓN QUE TIENE ESTA MADRE, TAN PEQUEÑO Y YA NO PUEDE CON ÉL".
Yo fui con mi hijo al oculista el otro día, y no pudieron verle. Cuando entró y vio los aparatos no quería ni permanecer en mis rodillas. NO PASA NADA. El médico lo comprendió, las enfermeras lo comprendieron, nadie pensaba que era un maleducado ni que yo no podía con él. A mí no se me ocurre pensar que nadie piensa eso. Y el que lo piense allá él.
Creo que sólo pueden pensar que es muy pequeño y su angustia es normal. Si no logro convencer a mi hijo de que se tiene que mirar y tiene que estar quieto, pues tendremos que hacerlo por la fuerza, aunque resulte desagradable, pues lo más importante en este caso va a ser su salud. Pero yo no pienso que el comportamiento de mi hijo sea por ser maleducado, ni que lo haga para fastidiar. Pobre.
Cuando mi hijo tenía poco más de un año, le tuvieron que hacer un electroencefalograma, y la enfermera mientras tenía el gorrito con todos los cables en la cabeza, le cantó una canción. Mi hijo estuvo completamente quieto. Seguramente ahora le tendría que encorrer por los pasillos del hospital. Cuanto más mayores se hacen y más comprenden las cosas, precisamente más difícil es.
Cuando salimos todas las mañanas de casa para ir a la guardería, sería preferible que mi hijo se sentase en el carro. Sería más cómodo para mí, no? Así llegaríamos antes y sin complicaciones. Pero él no quiere. Yo entonces puedo hacer dos cosas: o bien, obligarle a sentarse en medio de una rabieta, o bien, respetar su decisión y dejarle que vaya andando.
Para ello ya tengo previsto salir 10 minutos antes. ¿Cuál es el resultado?
Va un ratito andando hasta que me pide sentarse en el carro, a veces a mitad de camino, a veces llegamos hasta la guarde andando todo el rato.
¿Por qué voy a pelearme con él? No tiene sentido.
Malena, se están haciendo mayores, es un proceso complicado, intenta comprender a tu hijo. Te he dado mis ejemplos para que veas que a todas nos pasa, pero es nuestra actitud la que hace que llevemos mejor las cosas, pues todos nuestros hijos, unos más otros menos, son más o menos difíciles alguna vez y nos ponen en situaciones complicadas.
Intenta ponerte en su lugar como personita.
Sobre todo, "pasa" de los demás.