Pedro tiene 14 meses. Hace mucho que no miraba siquiera este foro para dormir (si los otros sobre alimentación y otras cosas) porque pensaba que era un problema superado. PERO NO.
Hace muchos meses, cuando me compré el libro de Pantley, os conocí y empecé con las rutinas, me levantaba unas 8 ó 10 veces por noche, pero sólo tenía que ponerle de nuevo el chupete y ya estaba, era molesto pero rápido. Luego empecé las rutinas y pensé que no iban a funcionar, pero pasado el tiempo la cosa mejoró muchísimo. Hubo noches en las que no me enteré de que tenía un bebé en la habitación de al lado y otras en las que me tuve que levantar 1 ó 2 veces máximo. Creía que la cosa iba a ser así de buena para siempre. ¡Seré tonta!
En enero empezamos la guardería y las noches empezaron a ser algo más movidas. Además, cogió un gran catarro con mucha tos y también una diarrea tremenda por lo que durante las últimas semanas tenía que levantarme a darle algo para la tos o a cambiarle el pañal (en ocasiones hasta tres veces por noche). Ahora ya está mejor de salud pero se ve que se acostumbró a mis visitas nocturnas y ayer estuvo dando la lata desde las 23:30 (yo ya estaba dormida) hasta las 2:40, es decir, más de tres horas. Y claro, yo no estoy acostumbrada y no sabía muy bien lo que hacer. Cambié un pañal que no estaba manchado, le di agua, le di paracetamol por si eran los dientes, le ignoré un rato porque no estaba llorando sino protestando y hablando, fui y vine... Al final acabé riñéndole y me puse muy seria (y ya no lloriqueó más).
Y ahora me siento mal y me gustaría saber vuestra opinión: ¿qué debo hacer cuando proteste? Ignorarle no parece dar resultado pero tampoco ir a darle el chupete o unos cariños. ¿Creéis que sus nuevas malas costumbres nocturnas durarán mucho tiempo?
Gracias,
Malena