La niña hasta los dos meses no paraba de llorar en todo el día, no dormía apenas y simplemente me decían que eran cólicos, que la niña ganaba bien el peso y que paciencia.
Cuando cumplió dos meses la situación fue insostenible. La niña rechazaba el pecho, lloraba cuando tenía que mamar, se arqueaba hacia atrás, rumiaba, por las mañanas tos seca, lloros pero de dolor.. lo que nunca ha hecho ha sido devolver ni echar leche recortada por la boca y ha ido ganando peso perfectamente con mucha paciencia ofreciéndole pecho a demanda.
Desde que empezó con el tratamiento la cosa mejoró un poco. Conseguía dormirle por la noche y aguantaba 4 o 5 horas hasta la siguiente toma. Luego un par de horitas más y después a tenerla en brazos porque se despertaba retorciéndose.
Ahora es mucho peor. Claudia me demanda leche más o menos cada dos horas. Por la noche como mucho aguanta 3 horas. Por ejemplo, la última toma la hace a las 21:30, hasta las 23 no llega a quedarse totalmente dormida (usando el pezón como chupete). A las 2 de la mañana se despieta con mucha hambre, mama y a las 4 de la mañana otra vez. Desde las 4 ya empieza a retorcerse, a poner mala cara, a salibar, hacer pedorretas, como si estuviera masticando chicle.
Mis dudas son las siguientes:
- La niña tiene la "crisis de los tres meses" y por eso me demanda tomas más seguidas o es que se queda con hambre?
- Mi pediatra me aconsejó darle después de la toma del pecho un biberón de leche AR, pero mi hija no quiere la leche ni con cuchara. Yo creo que no se queda con hambre
- Para el reflujo es mejor darle leche artificial AR e interrumpir la lactancia materna?
Yo no quiero quitar a mi hija la leche materna pero no mejora del reflujo y no se si la estoy perjudicando. Por otro lado estoy agotada porque me demanda mucho pecho y me paso las noches despierta con ella retorciéndose en mis brazos. Estoy desesperada
Gracias