Este verano , julio ha llevado horario d emayor, es decir, almorzaba con nostros a las dos y media, a las tres y media me acostaba con él y nos daban las cinco y las cinco y media fácilmente...a los dos
Por la noche, cena con nostros también al aire libre y él mismo, al caer la noche, a esod elas dies y media, me pedía ir a la cma. Entre unas cosas y otras se dormía a las once. LAs noches, un placer, con colecho y algún biberón nocturno, pero estupendas. Eso sí, mi niño a las ocho y media con las pilas puestas.
Y llega el otoño y la guaredría. Nada de siestas. Podría hacerlas, pero él no se quiere ir con los bebés a dormir (estamos en fase "machita" ) y llega derrotado als cinco y media. Aguanta amargamente hasta las ocho en la que ya todo es llanto, mal humor y gritos. Y las noches se complican bastante
LLega el fin de semana y retoma su costumbre de dormir la siesta. Y retoma su costumbre d ellamarme una sola vez o ninguna.
No tengo otra, así son las cosas por ahora y lo único que puedo hacer es tener la paciencia necesaria para no enfadarme por sus llantos debidos al cansancio. Pero por su¡i alguna vez alguien se siente tentadod e quitar siestas para que mejoren las noches, que no lo haga. En esto del sueño es mientras más tengo más quiero. No lo dudéis