- Jue, 11 Oct 2007, 06:49
#193992
Hola:
Gracia por la bienvenida
Os pego lo que me ha pedido Rita ( asesora de ALBA Vilanova)
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Hola a todas
Es la primera vez que entro en este foro, soy Rita y llevo el grupo de ALBA Vilanova i la Geltrú. Las que seáis asiduas del foro de lactancia de Crianza Natural quizá me conozcáis, aunque hace un par de meses que no entro apenas porque no me lo permite el curro. Me gustaría aclarar un par de cosas…
Emma vino al grupo cuando la peque tenía 6 días, si mal no recuerdo. Aún no la había vuelto a pesar desde el alta. Por supuesto, estuvimos corrigiendo la postura. Emma tiene los pezones planos, la peque estaba con pezoneras pero en el grupo mamó bien sin ellas, aunque sólo de un pecho; el otro lo rechazaba pese a nuestros esfuerzos. Le recomendé que se sacara un poco el pezón con el sacaleches y luego se la pusiera al pecho. Le miré la boquita a Emma para asegurarme de que no tuviera frenillo, y no lo tenía. Sí le aprecié una ligera retrognatia (mandíbula inferior corta), pero no hasta el punto de interferir con lactancia (sacaba bastante la lengua). Comprobé que estuviera haciendo cacas normales (amarillo mostaza, grumosas, de consistencia semilíquida), le recomendé eliminar pezoneras, lactancia a demanda, mucho contacto piel con piel y colecho, y por supuesto controlar el peso de la nena.
El problema es que desde entonces hasta ayer no he vuelto a tener noticias de Emma.
Han pasado más de tres semanas, y en este tiempo, ya lo habéis visto, la peque no ha recuperado peso. Qué ha pasado? Un poco de todo, me temo. Un mal comienzo, con bibes y pezoneras de por medio, mala técnica, escaso control de peso (no es normal que la vea un pediatra a la semana y media, compruebe que le faltan 360 g para recuperar el peso de nacimiento, le retire el suplemento que le había mandado cuatro días antes y no la vuelva a ver hasta pasadas 3 semanas!) y quizá un exceso de confianza por parte de Emma.
Ayer cuando vino al grupo y me lo explicó todo me asusté un poco, la verdad. Luego, viendo a la nena, me tranquilizó el comprobar que tenía buen tono, no estaba deshidratada, mamaba bien de ambos pechos, succionaba con vigor, pide cada dos horas durante el día (la noche es otro cantar) y hace cacas normales.
Aún así, estoy con Alba: un mes es mucho, a la pequeña Emma le faltan 250 g para recuperar el peso de nacimiento, y no podemos esperar más. Si lo hacemos siguiendo los pasos que ya ha indicado ella en su mensaje –lactancia a demanda, uso del extractor y suplemento con jeringa tras las tomas, a poder ser de leche materna— no va a perder la lactancia, que es su gran temor.
Hay otro dato relevante que creo desconocéis: existe un antecedente familiar (la madre de Emma) de hipotiroidismo, y aunque ella dice que toda la vida ha estado controlada, no hay que perder de vista que durante el embarazo y el posparto se producen cambios hormonales que pueden afectar el funcionamiento del tiroides. Y los problemas de tiroides sí pueden causar hipogalactia (escasa producción de leche). Por eso, una de las cosas que le dije a Emma ayer es que pidiera cuanto antes hora con el endocrino y empezara desde ya a tomar un suplemento de yodo.
En fin, hasta aquí mi versión de los hechos. Sólo quería aportar algunos datos más y dejar claro hasta dónde llega mi responsabilidad en este caso. Sólo puedo ayudar a las mamás que me vienen al grupo. Ni siquiera me está permitido llamarlas para hacer un seguimiento si de repente dejan de venir, son principios de ALBA que debo respetar.
Una última cosa: cuidado, Emma, con comentarios del tipo “Y si mi niña hubiese nacido en plena guerra civil, qué?”. Hace unas décadas, y unos siglos, la mortalidad infantil era muchísimo más elevada que ahora, y los primeros meses eran cruciales. Me temo que buena parte de los bebés que tenían problemas graves para recuperar el peso de nacimiento se quedaban por el camino, probablemente porque su estado débil favorecía la aparición de alguna enfermedad oportunista que se los llevaba por delante a la primera de cambio. De ahí la creencia generalizada, que aún persiste, de que los niños rollizos son niños sanos (ahora sabemos que no siempre es así, y menos cuando la LA es su único alimento). Dudo que haya nadie en este foro más prolactancia que yo, pero benditos sean los suplementos y bendita sea la leche artificial cuando hace falta.
Empecinarse en que la teta todo lo puede (empecinarse en lo que sea, de hecho) y que ante la escasa ganancia de peso de un recién nacido basta con seguir dando teta, y más sin haber visto directamente al tándem mamá-bebé en acción, es arriesgado, es peligroso.
Gracias por leer hasta aquí y perdón por haberme extendido tanto.
Besos,
Rita
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