- Lun, 01 Oct 2007, 22:09
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Pues igual que todas, mi opinión es que ya lo hará a su tiempo. Mi nena tiene 10 meses y apenas está gateando, y se que caminará cuando esté lista, así que no la presiono, y le doy mucha seguridad.
Pero… curioseando por la web, me encontré con estos dos artículos que a lo mejor les pueden parecer interesantes…
Aprendiendo a caminar
Laura Ruiz Cervantes, Estimulación temprana
Seguramente te has preguntado cuándo debe comenzar a caminar tu bebé y cómo saber si ya está preparado. Cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, así que no lo compares con otros bebés que caminaron antes que el tuyo.
Esta nueva habilidad y destreza motora se presenta entre los 11 y 15 meses. ¿Qué ocurre en esta etapa? Tu bebé ya posee sentido de sí mismo, de su existencia y es capaz de percibirse como un ser humano separado y distinto. Tiene conocimiento de su tamaño y gustos. Se encuentra permanentemente ocupado en caminar, pasear y gatear, utilizando cualquier medio eficaz para desplazarse.
Después de que aprende a caminar bien, comienza a pararse y sentarse solo. Poco a poco irá haciendo cosas simultáneas al caminar. En este período tu bebé es trepador y experimenta con todo lo que tiene a su alrededor, toma objetos, los muerde, los voltea, los tira y ensaya con la altura y con la distancia. El proceso de pensamiento avanza, especialmente con respecto a la acción y reacción de las cosas.
¿Cómo saber si está listo para caminar?
• Preferentemente debe de estar gateando y desplazarse en varios tipos de superficies, velocidades, espacios, distancias y profundidad.
• Debe tener un buen control de sus movimientos globales, adoptando diferentes posturas o posiciones, tales como sentarse solo sin ayuda, pasar del gateo a las cuclillas; posteriormente parase por sí solo sosteniéndose de cualquier objeto que tenga a su alcance para conservar el equilibrio.
Lo que no debes hacer al enseñarle a caminar
• Hacer que camine sosteniéndolo de ambas manos y elevar sus brazos por encima de su cabeza, con lo cual nulificamos el equilibrio y provocamos que camine de puntas.
• Utilizar la andadera como recurso prioritario o único para aprender a caminar.
• Sujetarlo del tronco o de las axilas.
• Mostrarle temor o angustia de que se puede caer, esto le provoca inseguridad.
• Resolverle todos los retos a los que se enfrenta.
¿Qué debemos hacer?
• Cuando lo lleves caminando y lo sostengas por ambas manos, coloca sus brazos a los costados de su tronco y frente a él, con ello bajarás su punto de gravedad y lo ayudarás a que camine con equilibrio, además de que apoye ambos pies por completo.
• Enséñalo a pararse solo sosteniéndose de los muebles de la casa e incluso de las paredes.
• Permite que camine con pasos laterales, sosteniéndose de un mueble.
• Muéstrale confianza y seguridad al permitirle que resuelva sus propios retos.
• Permite que se desplace libremente por toda la casa para que conozca su espacio.
• Cierra los accesos a los espacios de la casa en donde corra un riesgo, tales como escaleras o cocina.
¿Cómo puedes ayudarlo a consolidar el gateo?
El aro mágico
Para esta actividad necesitas:
• Un aro de plástico mediano
• Un banco de 15 cm de altura. Si no tienes uno en casa lo puedes formar con tres libros gruesos forrados de tela o papel para que no se muevan.
• Un juguete del bebé
Instrucciones
• Primero siéntalo en el taburete o banco apoyando por completo las plantas de los pies en el piso. Muéstrale algún juguete para que lo tome a diferentes distancias y alturas, haz que gire e incline su tronco, y que eleve los brazos. De esta manera vas a favorecer el equilibrio y control de su cuerpo en esta posición.
• Enseguida enséñale el aro y juega a que te encuentras dentro y fuera de éste. Permite que lo toque. Haz que se tome con firmeza del mismo con ambas manos y a los costados, sujétalo también, posteriormente elévalo un poco y tira hacia delante para que le indiques que se pare. Puedes repetir varias veces esta acción para tonificar las piernas y favorecer el equilibrio.
• Una vez que el bebé está parado sosteniéndose del aro, balancéalo hacia adelante y atrás repetidas veces, así lo ayudarás a que conserve el equilibrio en la posición de parado. Para indicarle que puede caminar, lleva el aro hacia delante provocando un desequilibrio; tu bebé tendrá que dar un paso para volver al equilibrio. Por último juega con él a caminar por toda la habitación sujetándose del aro.
• Una vez que se desplaza con seguridad puedes hacer más compleja la actividad si le pones unos tabiques para que suba y baje alturas pequeñas. Puedes forrar los tabiques con diferentes telas y también variar la altura.
En lugar del aro puedes utilizar dos bastones de madera de 35 cm cada uno (palo de escoba bien lijado o forrado de tela) y puedes trabajar ofreciéndole un bastón para cada mano o uno solo para ambas manos.
Venciendo distancias
Para esta actividad necesitas:
• Dos mesas pequeñas con una altura máxima de 50 cm
• Juguetes de tamaño mediano
Instrucciones
• Enséñalo a parase pasando de la posición de gateo a parado. Primero haz que se sujete de la mesa, una vez que lo logre anímalo a caminar alrededor de la misma para que alcance el juguete que le muestras.
• Luego coloca ambas mesas y páralo en medio de las dos, ayúdalo a que se sujete de una con ambas manos, deja el juguete en una de las mesas e invítalo a que lo tome, él tendrá que pasar de una mesa a otra para conseguir el juguete. La idea es ir incrementando la distancia conforme vaya teniendo logros.
¿Es recomendable que los bebés utilicen zapatos cuando empiezan a caminar?
El ver a nuestro hijo dar sus primeros pasos es un acontecimiento maravilloso al igual que cada una de las etapas de este proceso: verlo cómo se apoya de los muebles para caminar, verlo pararse sin la ayuda de éstos y dar sus primeros pasos. Sin embargo, no por querer presenciar esta etapa debemos forzarlos a que lo hagan. No todos los bebés lo hacen a la misma edad ni de la de la misma forma.
Una vez que los niños dan sus primeros pasos los papás nos preguntamos si es recomendable o no que utilicen zapatos. La única finalidad del zapato es proteger al pie, actualmente se ha vuelto parte de la moda, sin embargo debemos considerar que la forma más saludable para caminar es "sin zapatos" por lo que el desarrollo del pie del niño será más natural y, por lo tanto, mejor cuando use zapatos lo menos posible y cuando los use, los zapatos flexibles y abiertos son la mejor opción.
Si decides comprarle zapatos a tu hijo, toma en cuenta que los niños no requieren zapatos hasta entre los 12 y los 18 meses y los zapatos deben ser:
Lo suficientemente flexibles para que el niño pueda flexionar su pie.
Lo suficientemente grandes para que el pie quepa cómodamente.
Tener una suela que evite que se resbale.
La suela debe ser plana.
No se sugiere el uso de zapatos altos (botas).
Se sugiere que sean baratos (los zapatos se usan poco, debido al crecimiento del niño).
Su única función es la de proteger el pie.