Os cuento, desde el año y medio que llevo intentando que Patricia coma kiwis por el extreñimiento, y porque la naranja no le gusta mucho y así sería vit. c, pero vamos que lo hago simplemente comiendo yo y dejando que lo vea para haber si pide pero nada, una vez lo probó, no le gustó y así desde entonces. Como sí come muchas otras frutas jamás me he agobiado por el tema la verdad aunque pensé que era una pena.
Bueno es que hoy me ha ocurrido algo que os quería contar. Resulta que yo siempre me compro el kiwi gold porque el normal no me gusta ni ver, así que el único que había visto y probado Patricia era este. El otro día por mi mala cabeza me equivoqué y compré el kiwi normal, el verde y aunque ya digo que no me gusta por no tirarlos hoy me disponía a comer uno a media mañana mientras Patricia comía su manzana.
Al verlo se ha sorpendido "mami este kiwi es verde", "sí es que es distinto a los que compro normalmente que son amarillos". Así queda la cosa hasta que en una cucharada me sale un montón de jugo o "caldito" como le dice Patricia, y no sé por qué me da por ofrecérselo "¿quieres probar el caldito cariño?" y ella va y lo prueba. "Mami me gusta quiero más caldito", "pero cariño no hay más si quieres te doy una cucharada de kiwi"... caras de asco "mujer si te ha gustado el caldito el kiwi seguro que también, ten en cuenta que este es distinto es el verde no el amarillo".
Pues lo ha probado, y me ha dado su manzana y se ha comido el kiwi enterito, luego por la tarde me ha pedido otro y se ha comido la mitad.
Hemos quedado que a partir de hoy le compraré a ella los verdes y para mí los amarillos.
Sé que puede ser una moda y en dos días pasársele pero no dejo de pensar como por mis perjuicios no se me había ocurrido jamás darle a probar justamente lo que sí le gusta, y con cuántas otras cosas me habrá pasado