En serio, no creía lo que estaba oyendo, me acerqué a ellos y le dije al pitufo, qué ha pasado? Y Sara rápidamente dice , nada mami que estamos jugando muy tranquilitos, la cogí aparte y le pregunté si el primo le había pegado y me dijo que no, que al intentar tocarle la carita le dió un pelín más fuerte
Me he enorgullecido de mi hija, que tiene cuatro años, y ha sabido controlar esta situación por ella misma, és tan dulce, que me ha llegado a lo más hondo del corazón.
De una cosa estoy segura, este tipo de educación desde el amor y la tolerancia, les llega a los niños, y estoy segura que educaran igual que nosotros, mi niña ya lo está haciendo, y espero que el pequeñajo lo haya entendido y lo aplique también. Gracias por escucharme, y ayudarme a tener la paciencia que tengo ahora y el disfrute de mi maternidad!!!