Bueno, imaginaros la ecena:julio que quiere entrar, yo que no quiero ni puedo pasar (ni gastarme 6 euros para que el niño jugase en un cuarto)...dejan que julio entre a mirar. Evidentemente él quería sin mamá. Me dejan que entre a mirar con él. Julio se quiere quedar, yo que nos tenemos que ir (a todo esto una madre "aparcaniños" me dice:se nota que no va a guardería , desde los 9 meses señora, pero no sé a que puñetas se refiere).
Total que cojo a julio en brazos y me lo llevo berreando. En ningún momento hubo enfado ni nada por mi parte. Pues me lo volvió a decir: mami, vamos a hablarlo , entre sollozos y lágrimas.
me senté en un banco le expliqué todo y le dí opciones más interesantes que estar en un cuarto: un helado los dos juntos, un parque ir a ver escaparates de juguetes....me sonrió y me dijo, mami vámonos.
Todos los días sin excepción mi hijo me demuestra lo importante que es hablar, escuchar, respetar y ponerse a la altura de sus emociones y de sus frustraciones.
Que nadie os convenza de lo contrario, ellos entienden a la perfección