- Sab, 15 Sep 2007, 23:43
#181980
Pues Mariquilla, en mi caso creo que tengo ya localizado el problema. No viene de que la obliguen a comer, que en esa guardería no lo han hecho nunca, aparte de que a ella no le hace falta. Intentan que coman al menos medio plato, si no es de su comida es de cualquier otro menú que tengan, y si es que no, es que no, y no se les caen los anillos de entregarte al niño sin haber comido en todo el día si es que no han querido, alargan el tiempo de comida lo que haga falta para los más lentos. Temía que hubieran cambiado de política pero no: el problema creo viene de:
1.- ¡tener que quedarse sentada para comer! Le regañan si se levanta y como está de un rebelde subido que tolera fatal la autoridad... pues ahí tienes el lío.
2.- han entrado muuuuchos niños nuevos en las dos clases de pequeños, y hasta que no pase un tiempo parece que hay muchos lloros. Y Margarita estaba desde antes muy susceptible con ese tema, hasta el punto que me hace pucheros si le enseño un dibujo de una niña llorando, y rehúye la imagen y no quiere ni hablar del tema.
Llevamos tooooodo el fin de semana hablando sin parar, de ese tema pero sobre todo de por qué los niños MAYORES tienen que hacer caso a las tatas y tetes y los papás. Y de que cuando esté enfadada nos lo tiene que decir y por qué, y si tienes mucha mucha mucha rabia en vez de pegar o tirar juguetes puedes ir a un rincón y gritar un poquito y patalear el suelo un poquito y luego respirar fuerte para que se te pase (sé que no es muy ortodoxo pero en casa funciona) y luego contárnoslo a ver qué podemos hacer entre todos.
Ahora ando filosofando hasta qué punto eso de la disciplina para comer. En casa se sienta, si no quiere trona en la silla, pero prometiendo que no se va a ir hasta que no acabe -lo cumple algo equivalente a aceptar pulpo como animal de compañía, pero bueno-, y si no pues que corretee y venga a buscar la comida y si ya ni eso la persigo con la cuchara mientras ella tenga hambre y me abra la boca. Pero también comprendo que en la guardería necesiten un mínimo de orden para poder darles la comida a todos.
El viernes no se hizo pis en la comida, sí en el almuerzo, pero le tuvo que dar de comer la tata. Me imagino que por aquello de comprobar que la tata le siga queriendo a pesar de los enfados -la noto también preocupada por ese punto, en un ejemplo calcado al artículo que habla de los problemas emocionales de los niños de dos años.
De momento, la noto mucho más receptiva a escuchar y discutirlo cuando nos enfadamos, y además se ha empeñado en comer ella sola de nuevo, cuando ese punto concreto ni se lo había mencionado, con lo que parece que sí van por ahí los tiros.
Cambiando de tema -o no-, os pongo un ejemplo de hasta qué punto ese artículo que he mencionado y tantas veces nos habéis recomendado es acertado:
En el parque, sentada en el columpio:
- Mami, has traido cuentos?
- no, cariño. Como ayer no quisiste, hoy los he dejado en casa, lo siento.
Piensa un poquito y me suelta:
- pueeeees entonses... tú te estás aquí yyyy yyyy yyyy y yo va a casa yo solaaaa y yyyy yyyyy los trae y los leemoz
- no, cariño, no puedes ir tú sola a casa. Además, tú no sabes el camino.
- yo sí sabo ir a casa!!
- pero Margarita, de aquí a casa hay que cruzar muchas calles y tú no puedes cruzarlas solita
- pueeeeeeees entonses yooooooo yo miro y si no pasan coches yo paso y si pasan coches entonses yoooo yo me espero y entonses cuando no pasan coches entonses paso.
Como siempre, perdón por el rollo. Y muchas gracias por los consejos, que vienen de perlas!