Menuda noche nos ha pegado a papá y mí.
Jesús ha estado malito, bueno todavía está con mascarillas y antibiótico.
Parecía que la época de las pataletas se le había pasado un poco, pues bien, desde que empezó a recuperar fuerzas no hace más que tener una detrás de otra.
Anoche, después de enfadarse por la tarde, se emfadó también al ponerle la mascarilla, ya tarde, porque era su hora, entre pitos y flautas las 12 de la noche, y por las mañanas me levanto a las 7, después de estar agotada.
A media noche, se levanta sin ton ni son y pide agua, le intento dar y ¡no es ese agua la que quiere!, en fín, todo entre sollozos sin parar de llorar, sin entender que quería llamándome sin parar amaa, amaa. Vamos, que ha estado llorando desde las 2 a las 4 sin parar, sin saber qué quería, discutiendo con mi marido claro; que si te llama porque algo quiere y esque sólo me llama a mí.
En fín, que después he estado desvelada mucho tiempo y OTRO DÍA MÁS estoy trabajando con la ojera en los pies.
Lo que peor llevo es la impotencia de esos momentos, tanto tiempo llorando y no saber qué hacer, no se calma con nada, me dice cosas que no entiendo y se enfada aún más, mi marido y yo salimos discutiendo, el llora aún más y yo estoy al borde, de verdad.
¿Cómo lleváis vosotros este tipo de enfados? ¿Son normales?