Algunas pensaréis que soy un poco pesada con el tema, prometo que esta vez es la última que "daré mal" con esto. Pero sois casi como una segunda familia para mí, siempre tenéis consejos acertados y palabras que levantan el ánimo. Un medio tan frio como puede ser internet se convierte en algo cálido y cercano.
Sobre el tema de Mario he contado muchas veces, el niño evoluciona estupendamente, pero tanto mi marido como yo (más mi marido que yo, pues él siempre había confiado mucho en el niño y yo era la que más dudas tenía), tenemos últimamente una sensación negativa cuando acudimos al centro de Atención Temprana para, suponemos, valorarle (nunca jamás me han entregado un informe sobre él).
Yo mostré mi preocupación, primero a su pediatra, luego neurólogo.. y ese sinfín de manos por las que pasas tú y el niño, porque le veía un poco pez en el tema de caminar allá por sus 15 meses. El niño caminaba de la mano, pero no se soltaba, estaba blandita su musculatura. Sin embargo, le tengo grabado en vídeo, a sus 18 meses recién cumplidos (se supone que entra dentro de la "normalidad") andando completamente solito por la casa.
Nos derivaron a los servicios de AT(Atencion Temprana), lo cual me parecía estupendo, allí estimulan a los niños, sea cual sea la causa por la cual necesiten estímulo, gratuitamente hasta los 6 años.
Creedme, es muy triste la cantidad de historias que se ven allí, podéis imaginar.
A partir de este momento, el tiempo fue transcurriendo, un rosario de pruebas médicas (todas perfectas), un ir y venir recogiendo resultados, citas... etc.
Y mi hijo pequeño bajo la lupa. Una lupa que últimamente y como digo a mi marido y a mí nos empieza a parecer durísima.
Cada paso que mi hijo da del tipo que sea, se cuestiona. Si no hace una cosa, está retrasado. Si hace algo que otros no hacen a su edad, no les parece bien. Nuestra opinión apenas cuenta. No creen nada de lo que les decimos. Nos demuestran que no se han leído ni el expediente del niño antes de vernos, nos vuelven a hacer las mismas preguntas ya contestadas una y otra vez. Se limitan a tener un listado de libro y a tachar lo que el niño hace o no. Ni siquiera son cariñosos con el niño mientras le hacen este "examen".
Y aunque no les queda otro remedio que admitir que el niño evoluciona muy favorablemente, tienen que asustarnos con el tema de la escolarización, poniendo en "duda" si el niño va a ir a un cole normal o ellos tienen que decidir otra cosa.
Comprendemos que sean prudentes, deben serlo, nosotros también lo somos, yo siempre he sido muy crítica con el niño, pero ultimamente nos sorprenden muchas cosas. Tenemos la sensación que quisieran que el niño tuviera algún problema, que fuera tonto, la verdad.
Mi hijo demuestra muchísimo más fuera de estos exámenes que allí.
Nosotros lo sabemos. Gracias a esto procuro no volverme loca.
Perdonad por este rollo, necesitaba compartirlo, y deciros lo difícil que a veces me resulta lo que para otros puede ser tan fácil. El día a día con tu hijo.
Espero que salgamos pronto de todo esto.
Besazos mil.
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