Desde pequeñita, mi hija siempre duerme mucho por las noches. A los seis meses ya dormía ocho horas, y hasta ese momento dormía con mi esposo y conmigo. En esa época decidimos que lo mejor era pasarla a su propio cuarto, porque con nuestros movimientos y ruidos se despertaba muy fácil… y el cambio pareció gustarle mucho, porque dormía más y los despertares nocturnos casi desaparecieron… supongo que cada bebé es diferente en gustos a la hora de dormir.
Ahora ya tiene 9 meses, y todas las noches (una noche cada quien), nos metemos a su cuna con ella y le leemos un cuento hasta que se queda dormida. Ella confía en nosotros, y si alguna noche se despierta, sabe que respondemos a su llamado, sin necesidad de derramar una sola lágrima y dispuestos a apapacharla lo que ella necesite . Por las mañanas se despierta de muy buen humor, y somos muy felices y nos sentimos afortunados.
Bueno, esa es mi pequeña historia. Otra vez felicidades!!! Y nos seguimos leyendo!