Elías tiene 8 meses, es del 30 de diciembre y és el más pequeño de la clase.
llegamos a eso de las 9.30: se oía un gran alboroto y llantos. Elías me miraba sorprendido. llamamos a la puerta y sale a abrirnos una de las directoras, sonriente.
- Hola, este es Elías.
- ¡Hooola, Elías!
Oigo los gritos de los niños y me da muy mal rollo. Están todos en el comedor, desayunando. Se oye a las educadoras intentando consolarlos, pero no dan abasto. La directora toma a mi niño en brazos y me dice:
-Vamos al despacho, que te hago algunas preguntas. ¿Hasta qué hora se va a quedar?
- Pueeees, muy poco. (Teniendo en cuenta el ambiente no creo que sea muy positivo)
La directora es requerida en el comedor y llega otra socia que también coge a Elías en brazos. Este está con los ojos superabiertos.
-Bueno, Elías, dile adiós a mamá.
¿Queeeeeeeeeeeeeé? Pero si no conozco ni a la tutora.
- Estooooo ¿No me vas a presentar a su tutora primero?
- Bueno,eh, sí, es que está con los desayunos.
Me imagino el plantel: un montón de chiquillos gritando, de papillahasta arriba y una mamápijotera que quiere conocerte.
-Vale, no- le digo- no quiero causaros más trastornos, mejor nos vamos y volvemos a media mañana, cuando la cosa esté más tranquila, para ver a su profe, aunque no le deje hoy.
- Bueno, como quieras, pero ten en cuenta que su primer día va a ser difícil de todas formas.
- Sí, pero no es lo mismo, esto no me parecen maneras de hacer una adaptación.
- Ten en cuenta que hay padres que no pueden hacerlo poco a poco, que empiezan a trabajar hoy y no salen hasta las 4.
- Vale, pero no es mi caso. De verdad, si no os importa lo voy a hacer de otra manera.
Vuelvea salir la primera directora, que es bastante más comprensiva.
- De acuerdo, luego, cuando esté la cosa más tranquila vuelves y ves a su tutora.
- Lo siento, no quiero causaros más trastornos ("pero mi hijo es lo primero", me quedo sin decir )
- No te preocupes.
- Si realmente lo pasáis peor vosotras. ( otra vez esa maldita frase)
A las 11 volvemos, ya estaba cada niño en su clase. los de la clase de enfrente, que son del 2006 pero nacidos en el primer trimestre, están todos llorando, se me encoge el corazón, pero los de su clase, como son más pequeños, creo que los pobres no se enteran mucho de que mamá se ha ido y no está en la habitación de al lado. como están tranquilos me animo a dejar a Elías mientras voy a la papelería. Le digo adiós, pero está demasiado alucinado viendo a los niños y los juguetes.
Cuando vulevo me dice la tutora que ha estado muy tranquilo, así que le dejo media hora más.
A la segunda vuelta ya había niños llorando, pero Elías estaba tan pichi, jugando como loco con una muñeca (mordiéndola y esas cosas). Cuando volvemos por la calle me va buscando la teta.
Hoy iremos a las diez y me pasaré por allí a las 11 para ver qué tal, si está bien lo dejaré un ratito más.
Me surgen algunas reflexiones.
- Yo entiendo que algunos padres tienen difícil el periodo de adaptación. Pero en la escuela pública te obligan a hacerla en condiciones, y siempre encuentras algún abuelo, tío, o semana de vacaciones para poder llevarlo a cabo. (Tampoco voy a valorar todos los casos, alguno habrá que de verdad no pueda, pero son los menos). Al ser una escuela privada, no exigen nada a los padres porque para eso pagan, y los perjudicados son los niños.
- La frasecita "lo pasa peor la madre" es un desprecio a los sentimientos del niño y a la intuición de la madre, que es la que sabe lo que siente o puede sentir su hijo. Vale, yo como maestra también la he dicho algunas veces pero que conste que lo decía cuando veía al niño bien, no cuando tenía el comedor lleno de niños y lágrimas. De acuerdo, no volveré a decirla.
- Hacer un periodo de adaptación así es una brutalidad. Nadie se pone en el lugar de los niños ¿De verdad pretendían que soltara a mi hijo en brazos de unas auténticas desconocidas para meterlo en una habitación llena de niños llorando a los que no podían atender?
Bueno, mucho ánimo a todas y muchos besitos a todos los que empiezan el cole. Exigid que se haga en las mejores condiciones y de verdad, concienciad a los padres que tengáis cerca de lo importante que es. Porque es necesario cambiar esto. Nuestros hijos también salen perdiendo, porque las escuelas se organizan para dar gusto a la mayoría de los padres no a "cuatro locas angustiadas", como deben considerarnos.