- Lun, 03 Sep 2007, 07:47
#176554
Este fin de semana hemos ido a pasear por el paseo marítimo de mi ciudad. Somos un grupo de amigos con niños pequeños y allí estábamos jugando con nuestros peques. Cerca de nosotros había una familia( 5-6 adultos) con una niñita pequeña de color. Supuse dada la situación que era adoptada. Al rato me doy cuenta que la niña está llorando agachadita en el suelo y los mayores le decían cosas a mi parecer para consolarla. pero observo que pasados sobre 10 minutos la situación es la misma, la niña llorando agachadita e incluso le digo a mi amiga: pobre no se que le pasará pero de tanto que ha llorado tiene en el suelo la marquita de sus lágrimas. Al rato, mi niño siente curiosidad y se acerca a la niña. Yo lo acompaño y le digo que le de un besito para que no llore más. El se acerca y la niña para de llorar. Los papás dicen entonces: pero que cuente tienes. Venga recoge el papel y nos vamos. La niña entonces comienza a llorar de nuevo. Observo que efectivamente hay un papel donde ella está agachada, y lo que los padres pretendían era que la niña cogiera el papel que supuestamente había tirado y como no lo hacía no le permitían levantarse y la dejaban llorar y llorar.( creo que más de quince minutos).
Al rato la estrategia cambia: todos se marchan y dejan al papa y la niña que continua llorando, y entonces el hombre me explica que tiene 26 meses, que era del Nepal y cuando la adoptaron tenía 18 meses y estaba en un orfanato con otros 60 niños. Me comentaba que antes era muy obediente, pero ahora tenía caprichos tontos como ahora que no quiere coger el papel y aquí estamos a ver si lo coge, pero se ha vuelto muy cabezona. El caso es que el trato con la niña era dulce, amable, en ningún momento era de enfado, pero por furza tenía que ser ella la que cogiera el palpel del suelo.
No sé pero me parece una niña demasiado pequeña para llevar la situación a ese extremo. Yo no dejaría a mi niño llorar media hora por no recoger un papel del suelo del parque. Entiendo que en casa la forma de llevar la misma situación sería otra, pero en un parque no. Además, esa niña todavía no está del todo adaptada, y a saber cómo fue tratada en ese orfanato, y lo que pasaría por su cabecita. Me daban unas ganas enormes de consolarla, pero te tienes que morder la lengua, ya que cada padre es el que debe educar a sus hijos de la forma que estime apropiada, pero no puedo compartir las forma.