Sé que la ausencia y la añoranza es la misma hoy que mañana que cualquier otro día, pero las fechas afectan y mucho y por eso mañana va a ser un día muy duro para mí, para mi marido y bueno, para toda nuestra familia. De hecho esta semana he perdido los nervios más de una vez y he discutido con Tomás por bobadas y he tenido menos aguante con Leire en algunas ocasiones, pero los nervios y la angustia no la puedo controlar como yo quisiera.
Han sido dos años muy duros y agridulces, la llegada de Leire ha hecho que vivamos momentos muy felices, pero siempre con ese lastre que arrastraremos toda la vida.
Gracias por permitirme compartir con vosotras momentos buenos y otros tan tristes como este.
Y a mi niña Ainara donde esté, te quiero con locura preciosa.