Lleva unos días que no quiere dormir, ni siesta, ni acostarse por la noche. Y cuando consigo llevarlo no quiere que apague la luz. Debo decir que nunca a mostrado miedo a la oscuridad. De hecho alguna vez en al aparcamiento se ha apagado la luz mientras jugaba, y no siempre estaba al lado de papá o mamá, y ha esperado tranquilamente hasta que alguno la hemos encendido de nuevo. Pero ayer en casa comprobé que ahora sí le da miedo. Ibamos a salir a la calle a las nueve de la noche (consecuencia de lo tarde que duerme la siesta, porque no puede pasar sin ella, pero no quiso antes de las siete). Apagué la luz unos segundos antes de abrir la puerta para salir, y lloró de corazón, hecho polvo. No quiero que se acostumbre a dormir con la luz encendida (entre otras cosas porque yo no puedo dormir con luz). Estas dos últimas noches conseguí que se durmiera sólo con un pilotito de esos que se ponen en los enchufes que da una tenue luz anaranjada. Pero claro, esta noche, en uno de tantos despertares, salió llorando a moco tendido preguntando por la luz chiquitita (cuando se duerme se la quito). Esta lamparita tiene un perrito dibujado, y pude salirle con que el perrito se había ido a dormir. Transigió, tomando teta todo compungido.
Yo me pongo es su pellejo y entiendo que no quiera dormir. Si cada vez que duerme pasa malos ratos es lógico que no quiera. He probado a darle infusión de tila, azahar y melisa un poco antes de acostarse, pero da igual.
¿Qué me sugerís para tranquilizarlo un poco? Y respecto al tema de la luz ¿cómo hacer que vuelva a dormirse con la luz apagada?