Los alimentos dietéticos también pueden llevar a la obesidad infantil.
(PD/Agencias).- Las comidas y las bebidas dietéticas pueden causar un consumo excesivo de alimentos en los niños y obesidad, un problema considerado ya una epidemia en Estados Unidos, según revela un estudio difundido por la revista Obesity.
La investigación realizada por científicos de la Universidad de Alberta, en Canadá, indica que, en general, los animales tienden a relacionar el sabor de un alimento con la cantidad de energía que aporta. Sin embargo, esta relación puede distorsionarse en el caso de niños que consumen habitualmente alimentos dietéticos, lo que les lleva a comer en exceso incluso cuando se trata de alimentos "normales".
Según David Pierce, sociólogo de la Universidad de Alberta y autor del estudio, "es mejor que los niños consuman alimentos saludables en dietas equilibradas y con calorías suficientes para sus actividades diarias que no tentempiés o platillos bajos en calorías".
Los científicos llegaron a esta conclusión sobre la obesidad infantil en una serie de experimentos con ratas en los que demostraron que los alimentos y bebidas bajos en calorías provocaron una tendencia al consumo excesivo de comida, tanto en animales de peso normal como en otros ya obesos.
Pierce agregó que este "proceso de condicionamiento" podría explicar otros estudios como el realizado recientemente por científicos de la Universidad de Massachusetts, donde se descubrió que existe una relación entre las bebidas dietéticas y un mayor riesgo de obesidad infantil, diabetes y enfermedades cardíacas.
"Una cosa es clara. Nuestra investigación ha demostrado que se puede inducir a los animales jóvenes a comer en exceso con alimentos y bebidas de bajas calorías suministrados de forma diaria y que esto altera su equilibrio fisiológico y energético", manifestó Pierce.
Según cifras de los Institutos Nacionales de la Salud, alrededor de un 60% de la población norteamericana es obesa o tiene problemas de sobrepeso. Esos altos niveles significan un mayor número de enfermedades cardiovasculares, diabetes y hasta cáncer y, por consiguiente, constituyen una pesada carga para los servicios de salud.