Estoy muy preocupada por el cambio de actitud de mi hijo y necesitaría consejo y también desahogarme un poco.
Mi hijo, de 25 meses, aunque tiene sus rabietas (más y menos fuertes según el día y la situación) es un niño contento y por lo general (con sus altibajos, como todos) duerme y come bien.
Desde el 1 de Julio mi marido y yo tenemos jornada intensiva, con lo que recogíamos al niño de la guardería antes y teníamos toda la tarde para estar con él.
Desde la semana pasada, mi hijo ha dejado de ir a la guardería ya que están de vacaciones. Como tanto mi marido como yo trabajamos hasta el 10 de Agosto, decidimos pedir ayuda a las abuelas, tanto mis padres como mis suegros, viven lejos pero aunque no ven al niño cada día, para él no son extraños.
Pues desde la semana pasada, coincidiendo justo con el día en que llegó mi suegra para estar con él por las mañanas, ya que a las tres ya estamos en casa otra vez, nuestro hijo ha empezado a estar muy cambiado.
Protesta de todo, cualquier contrariedad le provoca una rabieta enorme, desproporcionada, no quiere vestirse, ni ponerse los zapatos, ni comer, y la cena es historia.
Ir a dormir es un martirio, y se despierta por las noches, la siesta ha desaparecido con lo que por las tardes está nervioso e irritable. A las seis de la tarde no puede más y se duerme un poco, pero se despierta de un humor de perros. Además, se ha vuelto dependiente del chupete, cuando antes sólo lo usaba para dormir.
Esto sólo le pasa cuando estamos nosotros, durante las mañanas con mi suegra bastante bien (excepto un día que no quería comer), pero cuando llegamos nosotros se acabó la alegría.
A ratos está bien, contento, jugando y riendo pero si hay algo que le incomode comienza una rabieta de esas fuertes que le duran bastante.
El viernes por la noche a la hora de ir a dormir, nos fuimos los tres a su cama como solemos hacer con un cuento y nos dijo que no quería dormir, le expliqué que era tarde y que la mami estaba muy cansada y quería dormir con él. Empezó una rabieta fortísima, e incluso me dijo que quería ir con la abuela y no conmigo. Ni mi marido ni yo podíamos cogerle ni tocarle porque se ponía histérico. Lo pasamos fatal, además me dolió mucho el que no quisiera que lo cogiera ni lo tocara. Nos costó un buen rato que se relajara y quisiera venir a dormir a nuestra cama (estas noches he dormido con él en su habitación en una cama plegable al lado de la suya).
Tengo que decir que tanto mi suegra como mi madre son personas que comparten con nosotros la manera de criar al niño, y jamás le obligarían ni harían nada por la fuerza, son encantadoras con él y él parece contento con ellas.
Suponemos que el cambio de rutina le ha alterado, pero no sabemos si el extremo al que han llegado las cosas es normal o está pasando algo más. Lo cierto es que aunque por la tarde intentamos (como hacíamos antes cuando iba a la guarde ) compensar el tiempo perdido, está claro que no lo conseguimos.
Además ahora esta semana empezarán las vacaciones y nos vamos a casa de mis suegros a la playa, después a casa de mis padres y luego con él a Ibiza a pasar una semana los tres, y nos da pánico que esta situación se prolongue o incluso empeore.
Quizás esté exagerando pero os aseguro que lo estamos pasando muy mal.
¿ Qué ha pasado?¿Alguna idea? Cualquier ayuda será bienvenida
Gracias de antemano