Formando niños lectores
Actualmente se considera indispensable formar lectores ya que se sabe que un lector tiene muchos beneficios con respecto a su conocimiento y, como consecuencia, desarrolla un sentido crítico que lo ayuda a enfrentarse a su vida cotidiana.
Para formar pequeños lectores no debemos esperar a que el niño sepa leer. Ya desde la panza de su madre se le puede narrar un cuento o simplemente un suceso que vivió la mamá o el papá, por ejemplo.
Desde el nacimiento hay que continuar estas narraciones e ir incorporando el objeto libro. Lo llamo objeto pues el bebé debe primero relacionar el objeto con la narración. No olvidemos que el bebé debe aprenderlo TODO, pues no relaciona narración - libro.
Existen muchos libros para bebés que pueden ser de tela o plástico (además si una es habilidosa puede confeccionarlos). Ambos son lavables así que el bebé puede experimentar tocar, llevárselos a la boca sin problemas, jugar mientras se baña, y así reconocerlos e incorporarlos a su vida cotidiana. También podemos ir nombrándole los objetos que aparecen como una lectura, y ayudarlo con su propio lenguaje.
Ya cuando el bebé tiene más de seis meses su motricidad la permitirá agregar los libros de cartón y los que tiene texturas. Los libros son excelentes estimuladores ya que incluyen colores, objetos de distintas características y texturas, los estimula, también, en el habla y la comprensión, en la imaginación, por nombrar algo. Se puede mirar y tocar, y no teman que sus bebés lo hagan ya que para eso están.
La lectura propiamente dicha de un cuento, debe hacerse cuando el niño está tranquilo, por eso generalmente se les lee antes de dormir, pero siempre tengan en cuenta que se pueden distraer con facilidad y pierden el interés de escuchar. No se preocupen ya que no estamos buscando que se sepan Cenicienta de memoria sino que disfruten de escuchar o tener un libro en sus manos… Con el tiempo los niños se quedarán más tiempo prestando atención y, casi siempre, se aprenden de memoria sus cuentos favoritos.
Entre el primer y el segundo año se puede brindar al niño algún libro que tenga personajes que conozca, por ejemplo de una película o una serie infantil e televisión. Verán la carita de asombro al encontrar a ese personaje en una hoja
Hay, también, las versiones de las películas infantiles en libros, por ejemplo las de Disney, y el niño pasa las hojas, reconoce la historia si ha visto la película y ahí tenemos su primera lectura de imágenes. El cine y la lectura pueden ir de la mano si lo aprovechamos (muchas películas están basadas en novelas que podemos recomendar leer para todas las edades… ¿no?)
Cuando el niño sabe hablar, podemos hacer que nos cuente lo que ve, primero nombrando personajes y objetos, y luego acciones. Nosotros podemos hacerle preguntas para ayudarlo, como por ejemplo “¿Qué está haciendo la nena?” o “¿Dónde está tal personaje?”. No importa que el niño nos cuente algo distinto de la historia original, porque así estaremos estimulando su imaginación y creatividad.
Algunas recomendaciones
- Nunca podemos olvidarnos que si no hay libros en una casa, el niño nunca tendrá curiosidad por éstos.
- Si en la casa nadie lee, el niño no imitará, esto es importante porque los niños aprenden por imitación. Incorporemos nosotros también un momento del día leer.
- Si hay una biblioteca en la casa, en los estantes más bajos deben estar aquellos libros que los niños pueden tocar, no les prohíban tomar un libro.
- Por último, no se preocupen si el niño rompe el libro. Un libro gastado y deshojado es un libro leído. Sí, ayúdenlo a que los cuide