El título es un poco drástico, no es que no quiera a su padre ni mucho menos, es que quiere todo conmigo y no deja que la coja nadie, ni su padre. Se despierta y me llama, si va su padre empieza a llorar y dice no, no, mamá. Antes el biberón de la noche se lo daba su padre, ahora tengo que ser yo.
Sólo deja que sea el padre quien la saque del baño y le da la crema y le pone el pijama, debe ser que está tranquila y relajada, pero lo demás con mami. Por la calle si se cansa y quiere ir en brazos, tengo que ser yo y su padre no quiere por que debo pensar en el bebé que está en camino, y claro es a base de llorar y llorar hasta que queda poco trayecto y la cojo yo.
Su padre parece comprenderlo, pero a mí me da pena por que él la adora y la tendría todo el tiempo achuchándola y dándole mimos, pero ella no se deja. Pienso si es la angustia de separación pero no creí que rechazaran al padre así.