A ver, se pasa el día en la guardería que no para. Incluso cuando otros compis están sentaditos en sus sillas cantando la canción con la tata, Margarita está guerreando con sus dos compinches, haciendo agujeros en la parte de tierra del patio y haciendo batallas de arenas. Luego va, pero se queda de pie entre dos sillas a cantar cubierta de tierra de arriba a abajo. O se dedica a tirarse pelotas con 'los mayores' a través de la verja, o a dar vueltas alrededor de la marquesina que da sombra subiendo y bajando mil trescientas veinticuatro veces los barrotes... y no es que me lo cuenten, es que lo veo con mis ojitos cuando paso cerca. Y no es una niña especialmente nerviosa, en la guarde es de las tranquilitas, eso me dicen y eso veo yo también.
Pero la tarde que nos la pasamos de tiendas y sólo puede ir al parque media horita, o que sólo la he podido soltar a corretear un rato por alguna plaza o... en fin, que no hemos hecho un ejercicio intenso tipo piscina con primo, parque salvaje varias horas con amigos, playa, etc... pues eso, me cuesta dormirla.
Hoy mismo en cuanto salga de la ofi me la llevo a casa, haré lo que tenga que hacer allí en plan fitipaldi estresado pero ya me he planificado sacarla al parque allá a las siete o siete y media con las espinacas en el tupper hasta que le vea esa carita de cansancio satisfecho, no sé si me entendéis... claro, que me pueden dar las uvas... y lo peor: YO ESTOY YA AGOTADA, QUE NO PUEDO CON MI ALMA
no hay quien aguante este ritmo, corre que se las pela, y no para!!
Hasta me he planteado restringirle la ingesta de proteínas o algo así
¿alguna idea?
Creo que necesito ya mis vacaciones