Y mi niño dejó de comer. Y cuando digo que no come es que lo único sólido que entró en su boca ayer fueron dos croquetas en todo el día. El resto es yogur y biberones nocturnos. Y el día anterior un poquito d epollo, y el de antes...el de antes creo que nada. Así llevamos pues dos semanas. Y no s epuede hacer nada, porque no le gusta ni el gazpacho, ni el salmorejo, ni las ensaladas ni nada de nada. Sólo yogur, algo de fruta (con polos que yo le hago) y leche.
No intento buscar solución, porque creo que no la tiene (bueno sí irme a málaga este jueves al pueblo) Pero por compartir mi nueva situación (yo, que presumía de piraña) y por si alguien está agobiada con el tema, pues que se relaje. LAs únicas que engordamos en verano somos las madres (o al menos mi madre y yo ). Que ya volverá el invierno y sus potajes.