Muy a menudo las quejas contra la suegra no son muy racionales, a veces ni la propia madre entiende muy bien por qué le molesta tanto en su suegra o cuñadas lo que no le molesta en su madre o sus hermanas, ni tampoco en sus amigas. Las quejas suelen ser por cómo acapara al bebé, por cómo parece a la madre que la suegra espera agazapada la primera oportunidad para quitárselo de las manos, o por sus críticas a cómo cría a su hijo dando a entender que ella lo haría mejor.
Yo me puse a pensar en ello, pensando que quizá habría una explicación de tipo antropológico, del mismo modo que hay algo que hace que nuestro cuerpo reaccione al llanto de nuestro bebé de una forma determinada, que igual que hay un impedimento cultural ancestral que dificulta que los padres se hagan cargo de sus crías, hay algo también cultural y ancestral que nos hace esquivar a la suegra.
Y me he puesto a leer cómo son las diversas organizaciones sociales de los primates, entre los que estamos incluidos los humanos. Los tipos de familia son muy variados, algunos muy frecuentes y otros más raros: la hembra sola con sus crías, con los machos solos dando vueltas por ahí o en grupos de sólo machos, pareja monógama con sus crías, grupos de muchos machos y hembras con sus crías organizados jerárquicamente, grupos poliándricos (una hembra con muchos machos sexualmente activos), tipo harén (un macho con muchas hembras), grupos tipo fusion-fision (en que los grupos pequeños se juntan o se separan de otros cuando conviene, típico de chimpancés)... y algunos más que seguramente me dejo porque no soy ninguna experta y todo esto sale de unas pocas horas de "googlear".
Pero de todas formas, me parece entender que la mayoría de los modelos tienen una cosa en común, que los machos tienden a separarse voluntariamente o por la fuerza de su familia originaria cuando maduran sexualmente, y que la línea que da estabilidad al grupo es la femenina, es decir, que lo más estable es el grupo de mujeres emparentadas entre sí, sea este grupo de mayor o menor tamaño, a veces una sola, otras veces muchas madres, hijas, hermanas, abuelas, tías y primas.
Y no sólo eso, sino que los otros grupos tienden a ser una amenaza para esa familia, matan a las crías, compiten por el territorio, por las hembras, por la comida...
Soy consciente de que he simplificado excesivamente, y si hay por ahí algún/a antropólog@, sociólog@ o lo que sea que sepa de esto y resulta que no he dado ni una que me corrija y me aporte más datos porque el tema me interesa. También sé que no somos totalmente superponibles a otros primates, y que algunas afortunadas tenéis suegras maravillosas con las que os lleváis maravillosamente, pero... ¿no os da qué pensar?
Gabriel Miró