Ya llevaba días que se le veía "a punto", pero si no estábamos su padre o yo delante para animarle, no iba a ningún sitio sin una mano que le sujetase. Pero ayer por la tarde, como estuvimos toda la tarde en casa por la lluvia, estuvimos papá, mamá y el nene jugando por toda la casa. Y Joel en un momento dado debió de echar de menos algún juguete y el solito se fué a la habitación a buscarlo. Le fuimos siguiendo a cierta distancia, y cuando por fín se tiró en la alfombra, yo empecé a llorar de la emoción, pero a moco tendido, vamos, justo después de felicitarle efusivamente por su hazaña......... Ay, qué orgullosa y feliz me sentí.
Pues eso es todo, quería compartirlo con vosotras, que tanto me ayudáis.
Besitos