Mujer...
nos importa un carajo cuánto pesan. Es fascinante tocar,abrazar y acariciar el cuerpo de una mujer. Pesarla, no nos produce ningún efecto.
no hay belleza más irresistible en la mujer que la femeneidad y la dulzura. Detalles simples y el buen trato, son equivalentess a mil viagras.
un pecho es un pecho, las caderas, son caderas y punto. Si la naturaleza les dió ese aspecto curvilíneo, es por algo...a nosotros nos gustan así.
Ocultar esas curvas equivale a tener tu mejor sillón en el sótano.
el cuerpo cambia. Crece. No pueden pensar sin estar psicóticas, que les puede entrar el mismo vestido que cuando tenáin 18 años. Además, una mujer de 35, que le ntre la ropa de cuando tenía 18, o tiene problema de desarrollo, o se está autodestruyendo.
nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea...
la que cuando hay que comer, come con ganas...cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni sufre)...cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas...
cuando hay que comprar algo que les gusta, lo compra (no piensa que le está quitando algo a sus hijos) sino que sabe que ella lo vale y por eso lo adquiere...cuando ha yque ahorrar ahorra (y no sufre pensando en lo que se priva), porque lo hace por algo.
algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, no les quita su belleza. Son heridas de guerra, testimonio de que han hecho algo con sus vidas, no han estado años de vagas o en un spa. Han vivido.
El cuerpo de la mujer es el sagrado recinto donde nos gestaron a todos los hombres, donde nos alimentaron, nos mecieron y que nosotros sin querer, arruinamos llenándolos de estrías, de cesáreas y demás cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos.
Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse. La belleza es todo eso. Todo junto.