Estoy totalmente de acuerdo en que es absurdo lo de dejarles llorar sin ton ni son, simplemente ¿por no atenderles?¿para qué aprendan?¿el qué? me da miedo la respuesta: aprenden que nadie les va a consolar, nadie va a acudir a solucionar sus problemas. No me gusta la teoría de aprender llorando.
Pero sí creo que hay que ser sensatos y no correr con el primer quejido de nuestros hijos, por ejemplo, creo que a veces, aún dormidos se quejan como si lloraran pero no llegan a llorar e incluso, a veces, no llegan ni a despertarse y si acudimos volando lo que conseguimos es despertarles y después les cuesta mucho más dormirse incluso con nuestra ayuda.
Por ejemplo, anoche Gael se despertó 2-3 veces y tardó 3-4 minutos en dormirse él solito cada vez. Si hubiera acudido yo (que me quedé una de las veces sentada en mi cama...) seguro que habría tardado mucho más en dormirse.
El punto medio, lo más complicado de alcanzar.
Abrazos, Pilar.