Mario está jugando con un coche de estos de monedas en un supermercado. Ya se ha bajado, pero se queda allí. Nosotros nos vamos y le decimos que venga, y él sigue allí, a su bola. Seguimos alejándonos, adios Mario, adios... Y él como si nada. Bueno, sí, nos mira y sonríe el muy bandido, como si le hiciera gracia. Nos escondemos un poco (vigilándolo y controlándolo perfectamente, eso si), y él tan pancho. Y como te descuides, se va andando para otro lado, tan feliz, porque ha visto otra cosa que le llama la atención
Por la calle andando, igual. Como le de por ir a alguna parte se larga, directamente y aunque no corre, da unos pasos muy grandes y en un momento está en la conchinchina...
Con lo "apegado" que es generalmente y otras veces no tiene nada de miedo a perderse...
Supongo que esto pasará con el tiempo, cuando vaya creciendo y obedeciendo más, que ahora será cuestión de agarrarle la mano y ya está.
Pero a veces sorprende que vea que te alejas tanto, incluso que no te ve y se quede tan feliz...
¿Os a pasado? ¿Alguna sugerencia para que haga más caso?