- Jue, 10 May 2007, 23:08
#137094
Hola Mariquilla
Igual mi caso te viene como anillo al dedo. Yo soy hija única, y si bien cuando era pequeña si que extrañé tener un hermano porque echaba de menos esa empatía, esa complicidad que, por ejemplo, veía entre mis primos, después con los años, pues la vida se va haciendo con lo que se tiene y ya no se piensa en lo que no hay. Claro yo fui hija única y casi única en todo, porque mi madre nunca estaba ya que su profesión la requería mucho y mi padre tampoco. Así que me crié con personas varias, pero tampoco sola, porque entre mis primos, los amiguitos y las chicas que me cuidaban, iba haciendo. Cuento esto porque, por ejemplo, en el cole, todo el mundo se sorprendia de que fuera hija única porque, decían, era "muy sociable", a ver.. a la fuerza ahorcan! Pero es una particularidad poco común entre los hijos únicos típicos, es decir, los que viven y comparten con sus padres ya que, en general, se cierran más con ellos y el apoyo -y a veces también la presión psicológica- que reciben.
Desde mi punto de vista, siendo hijo único desarrollas mucho la vida interior. Yo valoro muchísimo esa parte de mi, porque real y totalmente, estoy super bien sin nadie. No necesito absolutamente a nadie para hacer nada de nada. Ni para sentirme bien, ni alegre, ni tener objetivos. Y sin embargo, puedo elegir estar con gente porque me apetece o igual, porque estoy mejor. Y también según mi punto de vista, lo peor es que te vuelves mucho más exigente e intrasigente. Estás muy acostumbrado a que nadie que sea un igual te toque nada de nada, ni te mueva nada de sitio. He tenido que hacer un hercúleo trabajo personal para aceptar que el salero no esté como yo creo que esté, o las toallas como desde mi punto de vista es el modo correcto. Lo he tenido que aprender porque sino, me quedaba sin vida, era el desenlace natural de esa actitud, pero me ha costado años y aún ahora, pese a que lo domino y me tranquilizo, me enfuerece ver cosas fuera de su lugar.
Y, para finalizar, mi hija también va a ser hija única seguro. Y bueno, pues la vida viene como viene. Quizá hubiera preferido otra cosa pero las circunstancias no permiten otra. Así que tendrá también que aprender a convivir con su realidad.
Pero en definitiva, no creo que sea algo para rasgarse las vestiduras porque también tengo alguna amiga (como hablaba sole de su madre, yo, hija única, también tengo algunas muy buenas) que justamente su gran problema es HABER tenido ese hermano...
Como siempre, todo el mundo cuenta la feria según como le va en ella