Y llegan los dos años y la recomendación de la pediatra (mentira lo de recomendación, orden sería más correcto) de fuera chupete y fuera biberón. Bueno, lo del biberón ni me lo planteo. Lo del chupete siempre te queda la duda de si en realidad es tan peligroso como dicen. Bueno, yo, por sole, sabía que no, que no es tan fiero el león como lo pintan.
Entonces decidí no negárselo, pero no ofrecérselo (salvo para dormir ) Cuando está distraído, le digo: julio, dame el chupete que se te cae, o que no te entiendo, o para que nos e pierda. Antes no colaba, ahora sí. Y me lo da y se le olvida...Pasa ya dias enteros sin acordarse...salvo cuando llegan las siete o las ocho de la tarde.
También influye que últimamente pasa muchas tardes sólo con su padre. Y, como el plan padre con la teta, me está funcionando para el chupete. Con él nunca lo ha querido.
Ni remotamente hemos dejado el hábito, pero veo que, poco a poco, sin presionar, sin prohibir, julio ve que es capaz de "vivir" sin estar succionando el chupete. Por si la reflexión le sirve a alguien (prometo seguir contando)
Por cierto, como a algunos compis de guardería se lo han quitado de manera salvaje, le roban los chupetes...no sé la de chupetes que llevo comprados