- Vie, 04 May 2007, 05:47
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Bueno, pues si cani es radical, preparáos para lo que os voy a decir yo
. Y como esto es para dar opiniones, daré la mía, y cada uno que haga en su casa y con sus hijos lo que crea más oportuno. MI responsabilidad es julio, ningún otro.
Yo trabajo de 8 a 3. Tengo la suerte de tener un marido que friega y barre, hace la comida friega los platos....a veces, la super jefa de la casa soy yo, no sé si me entendéis. También tengo a una mujer que viene una vez por semana. PEro diré en mi "descargo" que fede está casi medio año fuera trabajando y que a la mujer la busqué cuando julio tenía más del año, así que SE LO QUE ES ESTAR EN UNA CASA SUCIA SUCÍSIMA, UN NIÑO LLORANDO Y NO SABER QUÉ HACER. POr cierto, que me pedí excedencia y estuve con julio casi 6 meses seguidos. Lo digo porque sé lo que es tener un niño pegado 24 horas un día tras otro. Y el mío es de los gigantes (ya va por los 16 kilos y aún no quiere carrito)
ahora mismo estoy deseando tener otro hijo. Aún ando en negociaciones y os juro que lo vivo mal, para mí es una necesidad vital, no tengo otra cosa en mi mente. Sólo me consuela que no he desperdiciado ni un sólo instante, que julio he estado disfrutando de mi hijo a todas horas. Se pasa volando, uno s eda cuenta cuando es tarde.
los parques son un invento de mayores. A los niños nadie les preguntó. Y como con la tele, el jamón york o el carrito, parece que es imposible criar a un niño sin parque. Unos dicen que se entretienen mucho, otros que es estupendo paraque aprendan a levantarse, otros que así tienen tiempo pa tí (para las pelusas, vaya)...
yo no tuve parque, usé el método "manta" con juguetes. Mi hijo jamás gateó, así que la manta se iba desplazando conmigo ( a la ducha, a la cocina) para cosas más laboriosas (tipo aspiradora) colgado en la mochila. Y ni que decir tiene que jamás ha estado en la manta solo. A los 5 minutos quería que yo me tirara con él. Nunca quiso carrito y nunca ha querido quedarse con nadie que no fuera su padre o su madre. Cuando fue un poco más grande y andaba preparé mi casa para que no hubiera nada peligroso, nada, así que podía andar a sus anchas sin que su curiosidad tuviera obstáculo. La de veces que habrá abierto los cajones y sacado todo. La ventaja es que ahora le digo: julio tráeme una bragas de mi cajón y sabe dónde es
ninguna se ha muerto de hambre, raki, hay soluciones para todo, ninguna se ha muerto intoxicada en la casa, se puede aplazar todo. Los maridos tendrán que acomodarse a lo que hay o pagar a una asistenta.
A ver, esto es lo de siempre, empezando por el hecho de que no hay diferncia entre las que trabajamos o no trabajamos fuera. Aquí no hay dos clases de madres.
Los niños no necesitan una casa limpia, necesitan a su madre. Es que en eso no hay discusión. Y si ya estaba sin él tantas horas no voy a aparcarlo para hacer absolutamente nada. Mis trucos fueron, en esa época, implicarlo o colgármelo.
Ahora julio se entretiene sólo, tiene que verme (casi siempre) pero es capaz de jugar solo a veces, me ayuda de manera más "eficaz" y no necesita ir colgado de mí en casa. PEro aún tengo que hacer la comida de noche (soy la reina de los potajes por esa razón), los fines de semana no hago absolutamente nada que no sea jugar, en fin, que disfruto de mi hijo todo lo que puedo. POrque lo veo crecer ante mis ojos. Veo que queda poco para que me pida las llaves y se vaya con los amigos. Entonces no habrá marcha atrás.
Y no lo digo por decir que soy mejor madre, ni remotamente, lo digo porque es posible sobrevivir, con un niño especialmente "madrero" como el mío y si morir en el intento.
Y que eso de que las que trabajamos tenemos como otras facilidades, pues no. Con el inconveniente que hay un horario y si eel niño no ha dormido en toda la noche, no puedes aprovechar la mañana para alargar el sueño, a las siete te tienes que levantar aunque tu hijo esté roque. Y peinarte, vestirte e ir presentable. No es fácil, en absoluto. Esto de la liberación fue una trampa muy gorda
Edito para comentar que una vez julio se metió en un parque (una cuna de viaje) en el pueblo. No le gustó en absoluto. Si le hubiera gustado, lo hubiera aprovechado? pues claro que sí, a ver, para tomar un café, estirarme en el suelo y cerrar los ojos, para dormir así, en el suelo, junto a él, al menos 5 minutos en aquéllos tiempos en lso que se despertaba 5 y 6 veces. Por supuesto, no se trata de que haya sido una mártir. Se trata de que, lo normal, es que a los niños no le guste, que hay otras opciones a mi modo de parecer mejores (que explore la casa) y que creo profundamente que a mi hijo le ha hecho mucho bien estar pegado amí todo el tiempo que yo he podido.
Mamá de JULIO (3/12/2004)