Cuenta la historia que un padre riñó a su hija de 5 años por gastar todo un rollo de papel de regalo en un paquete. La niña a pesar de la regañina, colocó el regalo debajo del arbol de Navidad.
Al día siguiente, cuando todos abrían sus regalos, la niña cogió el paquete y se lo entregó a su padre. Éste, avergonzado por haberla reñido el día anterior, abrió emocionado el regalo, pero cual fue su sorpresa al ver que se encontraba vacío.
Con tono de disgusto, le dijo a la niña: "Señorita, cuando alguien hace un regalo este tiene que tener algo dentro"
La niña, con lágrimas en los ojos, le dijo: "Pero papá, no está vacía, la llené de besos para tí"
El padre cogió a su hija y llorando le dió un largo abrazo.
La niña creció y se fue de casa, y su padre, cada vez que la echaba de menos, metía la mano en la caja y rescataba uno de los besos imaginarios, y así recordaba todo el amor que su hija le dejó.
Espero que os haya gustado.
Un abrazo,