Yo contaba que es curioso que solo una generación antes de nosotros, es decir, nuestros padres -en general, claro está- nos educaron con "mano dura": biberón, dormir solos, "no lo cojas que se malcría", etc. Por supuesto, con buena -pero equivocada- intención: facilitarnos una supuesta "independencia" como personas.
Y yo decía que el método es equivocado, porque justo lo que consiguió esta forma de crianza es la generación de treinteañeros más dependientes de la historia, los que pasados los treinta todavía vivimos en casa de nuestros padres.
Y bueno, por supuesto, generalizo, a lo cual Gemma me responde lo siguiente:
gemmacc escribió:Perdona, MontseiLaia, però no creo que esto sea culpa de dar el pecho o el biberón o de dormir solos o juntos. Faltaría.
(...)
tampoco creo que se tenga q responsabilizar al hecho de dormir solo a que un hombre de 30 años viva con sus padres. Hay más factores y reducirlo a uno...
Gemma, no responsabilizo al hecho de dormir solo, lo que digo es que no por dormir solo desde el primer día de su vida, va a ser una persona independiente para siempre.
Por supuesto, habrá más factores. Pero... ¿no te parece mucha casualidad?
Nuestros bisabuelos se fueron a latinoamérica, a las colonias, a prosperar.
Nuestros abuelos, al menos en Catalunya, proceden del resto del Estado. Vinieron en las oleadas de los 20 y luego en los 50-60 a trabajar a Barcelona; cuentan que en Murcia, en Extremadura, en Aragón... pasaban miseria, y aquí faltaba mano de obra: para la remodelación de Barcelona, para Seat...
Nuestros propios padres se casaron jóvenes, a menudo también desplazándose de comunidad a otra. Para nuestras madres, el matrimonio todavía era la forma principal para poder 'independizarse'. Generalmente eran ellas las que dejaban su familia de origen y se desplazaban a un nuevo lugar, a fundar una nueva familia.
Entonces, ante todas estas dificultades, y la valentía de tirar adelante, llama la atención lo siguiente:
Todos estos antepasados todavía gozaron de una crianza natural: pecho, colecho en la mayoría de los casos.
La guerra por enmedio, franquismo, las mujeres supeditadas a los hombres, crisis económicas...
No podían tener más dificultades. Y sin embargo... a los 20 años fundaban su propia familia. Por supuesto, generalizo. Ya sé que ahora saldréis veinte a decirme que vuestra historia es distinta, pero como historiadora he estudiado el fenómeno... y la regla general es esta.
Yo todo esto se lo digo siempre a mi madre, cuando dice que tendré toda la vida a Laia enganchada a mi teta: ella tuvo 5 hijos, de los cuales sólo 2 nos fuimos de casa a los veintitantos, y los otros 3, que están entre 30 y 40 años, todavía los tiene allí... y eso que no tuvieron teta, que durmieron solos -y llorando-, que estuvieron en guardería full time...
Bueno, perdonad el rollo.