- Vie, 23 Mar 2007, 18:40
#119318
TE COPIO ALGUNOS PARRAFOS DE UN ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA ESPAÑOLA DE PEDIATRIA EN ATENCIÓN PRIMARIA SOBRE EL NIÑO MAL COMEDOR. AL FINAL SUBRAYO UN PARRAFO SOBRE LA CIPROHEPTADINA PARA QUE VEAS QUE NO SOLO PUEDE NO SER UTIL, SINO QUE SU USO CONLLEVA VARIOS POSIBLES EFECTOS ADVERSOS.
La anorexia de causa conductual o
anorexia simple es probablemente la
causa más prevalente en los países desarrollados.
Es un proceso multicausal en
el que pueden influir la ansiedad excesiva
de los padres en torno al peso del niño
(sobre todo en el niño de 6 meses a
2 años en el que las necesidades calóricas
disminuyen por la deceleración de la
velocidad de crecimiento así como en los
niños cuya necesidad de ingesta es menor
por tratarse de una característica familiar),
las presiones de los padres (una
excesiva presión suele conducir a un rechazo
alimentario), una falta de coordinación
de los padres en la manera de
educar al niño (mientras un padre interpreta
que el niño es anoréxico, quizás el
otro evita que coma más) o estrés en el
seno de la familia (el miedo, el enfado, la
timidez o la depresión pueden ser expresados
por el niño como anorexia).
En la mayoría de estos casos hay una
falta de respeto al desarrollo de los hábitos
alimentarios del niño que conduce
al uso continuado de algunos métodos
equivocados de alimentación. En este
sentido, se puede interpretar como un
trastorno de aprendizaje de los hábitos
alimentarios.
En este mismo tipo de anorexia habría
que incluir la producida por ingesta insuficiente
por mala técnica alimentaria o
por creencias erróneas de los padres o
cuidadores.
Errores en los métodos
de alimentación
Siguiendo la descripción de Illingworth,
se pueden recordar los más importantes
errores cometidos con la alimentación
del niño:
• Método de distracción: consiste en
distraer con la televisión, un hermano
que baila, un sonajero que se
agita, la imitación de sonidos de
animales o la lectura de un cuento
para que el niño coma. El nivel más
elevado de este método puede ser
correr tras el niño (perseguirlo) por
la casa dándole la comida.
• Método de la persuasión: se trata
de persuadir al niño para que coma
porque los alimentos le reportarán
beneficios (que el niño no entiende)
o porque así se cumplirá algún deseo
(vendrá el padre, los Reyes MagosMagos
se alegrarán...) que a veces son
difíciles de comprobar.
• Método del chantaje: si el niño come,
se le permiten determinadas cosas
(juguetes, dulces…) o tiempo libre
(se le dejará despierto más tiempo...).
• Amenazas: muchos padres han amenazado
a sus hijos con promesas que
nunca han cumplido ("si no comes,
te abandonaré...","vendrá el coco...","
no crecerás..."), por lo que
suelen tener escasa repercusión.
Comer a la fuerza: la fuerza física
(cerrarle la nariz al niño, abrirle la
boca…) de los padres suele acabar
contrarrestada con un vómito del
niño o una cuchara por el aire.
En la mayoría de estos casos parece
que el comer deja de ser la satisfacción
de un deseo y se convierte en un trabajo
forzado.
Las recomendaciones
deben hacerse conociendo los hábitos
dietéticos de la población y de la familia
así como los gustos del niño. Si éste manifiesta
una preferencia por un alimento,
hay que utilizar dicho alimento como
base para confeccionar diferentes comidas.
Esto exige que los padres dispongan
de tiempo suficiente para cocinar y
de asesoramiento dietético. En general,
más que dar dietas estrictas a los padres,
hay que explicar las características
de una dieta equilibrada, ofrecerles
ideas y trucos para que preparen platos
con alimentos nutritivos, que le “entren
a los niños por los ojos”.
Establecer unas normas de conducta
alimentaria
El ambiente en el que se le da de comer
al niño debe ser relajado y sin prisas.
Para los niños, sobre todo los más pequeños,
la comida es un juego y una forma
de relacionarse con los padres, hermanoshermanos
u otros niños. Por ello hay que
presentarles los platos de manera atractiva
(por ejemplo, con salsas que den colores
a los alimentos). Además, los niños
deben comer junto con todos los miembros
de la familia.
Fármacos
Hay que restringir el uso de antiano-
Vitoria Miñana I y cols. El niño pequeño poco comedor. Aspectos prácticos
34
Revista Pediatría de Atención Primaria
Vol. VIII, Suplemento 1, 2006
réxicos puesto que no hay trabajos que
demuestren su eficacia.
Sólo se dispone
de algunos datos sobre la eficacia de la
ciproheptadina, por un mecanismo de
acción no bien conocido y con la posibilidad
de provocar efectos secundarios a
medio y largo plazo (alteraciones psicológicas,
disminución del crecimiento al
suspender el tratamiento, etc.); por esta
razón, autores como Fomon justificaban
su uso en casos excepcionales, tratamiento
que el mismo autor actualmente
ya no recomienda.Tratamiento psicológico
De forma esquemática, el tratamiento
debe incluir tres componentes: a) explicar
a los padres qué le pasa al niño para que
puedan comprender la conducta de éste
en las comidas; b) enseñarles unas normas
sobre cómo comportarse con su hijo,
y c) crear un ambiente acogedor en las
comidas para que el niño aprenda que el
acto de comer y el tiempo dedicado a ello
pueden ser agradables e, incluso, divertidos.
Por otro lado, y si la familia tiene
problemas socioeconómicos, puede ser
necesaria la ayuda de un asistente social.
RECUERDA: las recomendaciones del foro NO PUEDEN sustituir a la consulta con un medico (NI LO PRETENDEN)