Sin anestesia, sin nada más que una sonrisa, una barandilla y unas cámaras de vídeo, se ha presentado el doctor, ha hecho una incisión, ha operado y ha resuelto de un plumazo el "problema" de la familia que, a partir de ahora, va a poder dormir 11 horas seguidas.
Y no he podido más que lagrimotear de impotencia y aún me hierve la sangre.
¿Cómo nadie emite por televisión algo tan importante de manera tan frívola?
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Gracias por seguir ahí, por escuchar las malas noches, por explicarlas sin vergüenza. Gracias por las palabras de ánimo, por los sabios consejos, por compartir la experiencias.
Valéis un tesoro.
Un abrazo muy grande