Jesús tiene ya dos añitos y pilla cada rabieta.... ultimamente se enfada por todo, no quiere darme besos (ha sido siempre muy muy cariñoso), es un maniático de las cosas donde están siempre y si algo lo cambio de sitio empieza a decir "ahí, ahí", a veces incluso un juguete que está tirado en el suelo el lo quiere como lo ha visto en el suelo, es decir, no lo puedo recoger pues se enfada.
Intento distraerlo, explicarle, que lo hagamos juntos, pero lo que no sé es si es correcto, pues la mayoría de las veces consigue lo que quiere.
Intento ser democrática pero a veces tengo la sensación de que se sale con la suya y ésto le puede perjudicar, pues a veces puede ser que cedamos demasiado. ¿que pensáis vosotras? ¿cómo lo hacéis?
No quiero que sea un niño mimado que no tenga límites aunque su situación haga que a veces lo hagamos, pero quiero que sea un niño seguro de sí mismo, que sepa que es importante y que me importa lo que necesita en cada momento.