Bueno el peor momento del día para Leire es cuando nos ponemos a comer o cenar mi marido y yo. La situación: mi marido y yo sentados a la mesa y ella en su hamaquita en el suelo, y claro no ve lo que hacemos y se pone... Primero unos ejem, ejem, para llamar nuestra atención la miramos le decimos algo, ella con una sonrisa de oreja a oreja, pero claro volvemos al plato, luego que si unos chillidos, y al final se enfada y normalmente papi (que come más deprisa y con una mano se apaña mejor) la coge y ya se queda más ancha que larga. Bueno pues como hace unos días que la peque se sienta sola dijimos es el momento de pasarla a la trona. Bueno la tendriais que haber visto, que cara de felicidad sentada a la misma altura que sus papis y haciendo trizas la servilleta de papel de papá. Eso sí se le iban los ojitos y las manitas a intentar agarrarlo todo
Pues solo era eso, es que me hizo mucha ilusión ver su cara de felicidad, no sé como si estuviera orgullosa de haber dado un pasito más para delante.
Besos