- Dom, 18 Feb 2007, 15:49
#109503
Yo no quiero ni pensar lo complicado que debe ser educar a dos niños ya mayorcitos que quieren cosas opuestas y salir airoso, así que no puedo dar consejos en ese punto. Pero lo que sí sé es que yo no soy permisiva para nada. Me explico:
Es la hora de cenar y Patricia quiere ver la tele, le digo que puede verla un poquito mientras preparo la cena pero luego la apagamos y a cenar. Cuando tengo preparada la cena ella quiere seguir viéndola, pueden pasar dos cosas, que quede poquito para terminar el programa (o el dvd) y entonces cedo yo y le dejo verlo terminar, o que quede mucho y entonces le recuerdo que habíamos dicho que sólo un poquito y que es la hora de cenar. Evidentemente se va a enfadar y llorará y quizás le deje dos minutitos más mientras le recuerdo que luego hay que apagarlo, pero al final la apagamos y cenamos sin tele. Si llora le consuelo y le explico como puedo por qué no se puede cenar con tele, pero no se la pongo. Ella acaba entendiendo y cena contenta. Otras veces se enfada y dice que ya no quiere cenar, entonces le digo que está bien que si no quiere cenar no le voy a obligar pero que la tele a esas horas no se puede ver ya. Generalmente a los dos minutos me pide la cena.
Es un ejemplo de algo que me pasa mucho y siguiendo el tema de televisión. Claro es dificil saber cuando de verdad puedo ceder y cuando no, y seguro que habrá días que esté de mejor humor y ceda más que otros, y claro que hay días que me pondré nerviosa y le pegaré un chillido "no hay tele y punto" y luego tendré que pedirle perdón y explicarle que me he puesto nerviosa. Y claro que cuando esto ocurre ellos se sienten mal y el efecto es igual que un castigo, pero en fin, nadie dijo que fueramos perfectas ¿no?.
Tampoco creo que sea bueno que nos vean como madres perfectas que nunca expresamos nuestros sentimientos, yo a veces soy feliz, a veces estoy triste, a veces me enfado.... y le enseño a Patricia que todos tenemos distintos estados de ánimo y que a ella también le ocurre que a veces se enfada y a veces está contenta, y estoy segura que lo entiende. Guiomar esto lo aprendí de tí, hiciste hace tiempo un comentario al respecto y lo recuerdo e intento aplicarlo.
Lo que veo importante es que intentamos razonar, no usamos el método fácil que sería apagar la tele y punto y si lloras encima castigado a la cama sin cenar. Pero por supuesto que hay veces que no se puede ceder, cuando son más pequeños ya lo hemos dicho muchas veces, es sólo en temas de seguridad, pero conforme se hacen mayores nos van pidiendo cosas, la tele, las chuches, no quieren acostarse, no quieren ir al cole, etc etc. Entonces la cosa se va complicando y ya no es tan fácil. Yo apenas estoy empezando a lidiar con estos comportamientos e intento hacerlo lo mejor posible y no caer en el permisivismo, pero no estoy de acuerdo con límites artificiales y tontos, como que tengan que jugar en su cuarto y a una hora determinada, o que tengan que comer sin hambre porque sea la hora, o al contrario no puedan comer aunque tengan hambre porque aún no sea hora. Yo cedo siempre que veo que se puede ceder, pero también hay veces que me tengo que mantener firme. Y también hay veces que me equivoco y tengo que rectificar y veces que me pongo nerviosa y tengo que pedir perdón.
Como ya he dicho antes, no somos perfectas, por eso estamos aquí, para ir aprendiendo poco a poco y entre todos. Y artículos como este nos ayudan a aprender a ser cada día un poquito mejores madres.
Cani+Patri 9/12/2004