Lactantes menores de seis meses
Antes de los seis meses es raro que se estriña un bebé porque debe ser alimentado exclusivamente con seno materno o con fórmula infantil etapa 1.
Los bebés alimentados con fórmula presentan estreñimiento con cierta frecuencia por la composición de la fórmula y también por el tipo de agua con que se prepara la fórmula infantil. Es necesario preparar los biberones con aguas "blandas" pobres en sales y sin sodio o muy baja en sodio (menos de 25 mg/l).
En caso de que suceda hay que consultar con el pediatra para que cambie el tipo de fórmula o en su caso evalúe la necesidad de diluirla un poquito más lo que suele facilitar las evacuaciones pero también reduce la concentración en nutrientes.
Los bebés alimentados a seno materno exclusivamente pueden tardar varios días en hacer del baño pero no significa que estén estreñidos. Es más bien que son muy eficientes en la digestión de la leche materna ya que obran sin dolor y sin dificultad.
Algunas cosas que se pueden hacer para aliviar a un lactante estreñido son:
Bañar al bebé (si eso le tranquiliza) y luego masajear su abdomen. Se empieza en el ombligo y se hacen círculos hacia fuera en el sentido de las agujas del reloj. Este masaje se puede hacer con crema hidratante y sólo si el niño lo disfruta. Si ves que llora o que está incómodo, lo dejas de hacer.
Moverle las piernitas tipo “bicicleta” estando tumbadito. Esto estimula los músculos del abdomen y ejerce una ligera presión en los intestinos.
A veces ayuda poner vaselina o petrolato alrededor del ano del bebé para evitar el riesgo de fisuras anales que puede producir un poco de sangrado cuando hacen del baño.
No introducir objetos como termómetros con aceite de olivo en el ano porque pueden dañar el intestino.
En caso de que el estreñimiento sea muy fuerte consultar con el pediatra la posibilidad de aplicar supositorios de glicerina o algún otro laxante.
Lactantes mayores de seis meses
A esta edad se inicia la alimentación complementaria y esta suele ser la principal causa de estos problemas aunque también se pueden dar por los la salida de los dientes, la ingesta de ciertos medicamentos y en otros casos el estreñimiento puede ser un síntoma de enfermedades más graves.
Además de las medidas que se han mencionado para bebés menores de seis meses y que siguen siendo válidas, cuando se empieza con la alimentación complementaria, una alimentación balanceada es muy importante para reducir el estreñimiento.
El bebé debe tomar agua. Al iniciar el consumo de alimentos sólidos es necesario que tome un poco de agua (antes, con la LM exclusiva esto no era necesario)
No dar cereal de arroz o arroz en las papillas. En vez de eso se puede dar avena si el bebé tiene más de 8 meses o ya ha introducido el gluten en su alimentación o antes si es avena especial sin gluten (ojo en España toda la avena para bebés es con gluten).
Aumentar el consumo de papillas de verduras de hoja verde (espinaca, acelga, berros, verdolagas, quelites, etc).
Disminuir el consumo de papa, zanahoria y nabo.
Eliminar de la dieta la manzana, la pera y el plátano así como oras frutas astringentes.
Aumentar el consumo de papaya, ciruela, melocotón, albaricoque, melón, sandía, mango, zapote blanco zapote negro, etc. Si son mayores del año los cítricos como la naranja también ayudan.
Si el estreñimiento es muy pronunciado se puede preparar papilla con ciruelas pasas (es muy laxante) pero no se debe abusar ya que puede ocasionar diarrea.
Los alimentos laxantes se refieren a aquellos que promueven las evacuaciones blandas y frecuentes, entre los más comunes tenemos a los cítricos como la naranja (no dar a menores de un año), la ciruela pasa, el mango, la papaya, el tamarindo, la lechuga, la espinaca, las acelgas, las verdolagas, los quelites, lo berros, las calabacitas, los calabacines el elote (maíz tierno en grano), los frijoles, las lentejas, la avena, los cereales integrales, el salvado de trigo (no recomendable para bebés) .
Los alimentos astringentes por el contrario son aquellos que promueven evacuaciones más duras y menos frecuentes, como por ejemplo, el plátano, la manzana, la pera, la tuna (higo chumbo), la guayaba, el tejocote, la papa, la zanahoria, el nabo, el arroz, las pastas de trigo o arroz, el pan blanco, las galletas y la leche de fórmula.