- Mié, 24 Ene 2007, 12:09
#101282
Pedro, 2 años y 1 mes.
Hora de bañarnos, estaba contento jugando por allí. En el baño se metió detrás del cambiador y cuando le dije que nos íbamos a bañar dijo que no y se negó a salir de allí. Le saqué a la fuerza, se tiró en el suelo y empezó a pegar gritos y llorar. Yo, intentando no volverme loca, le pregunté por qué se ponía así e intenté que se calmase. Como no lo hizo le saqué la ropa forcejeando, lo metí en la bañera de igual modo y lo bañé. Durante todo el rato estuvo llorando a grito pelado y muy agitado.
Cuando me pareció que estaba más calmado le saqué al cambiador y se volvió a poner como loco dándome patadas e impidiendo que le secase y le pusiese el pañal.
Yo todo el rato estuve tranquila, casi sin hablar y, por supuesto, anonadada. Ya otras veces os comenté de su mal comportamiento y algo similar nos había ocurrido antes, pero no con tantísima intensidad.
Al final le puse el pañal y lo metí en la cuna desnudo aún para que se calmase (suele funcionar). Después de los alaridos consiguientes se calló. Entré, lo puse en el cambiador de nuevo y parecía otra persona, como sule pasar también. Sentado en el cambiador me dice que me quiere mucho, que le de un beso o un abrazo, me da cariño e intenta abrazarse a mí, me acaricia los brazos.
Y yo estoy rota y aún enfadada, y sin entender nada. No parece el mismo niño. En esos momentos está muy preocupado intentando a toda costa que yo lo quiera (imagino que sabe perfectamente que se ha portado muy mal y que estoy echa polvo) así que lo abrazo, le digo que lo quiero mucho y que no me gusta que se porte mal.
Pero todo el proceso, que duró casi media hora, me deja muy triste y preocupada. No entiendo por qué a veces es encantador y otras veces se vuelve loco.
Por otro lado está muy mimoso y pegajoso. Muchas veces me pide cuello y quiere que me siente en el suelo y lo coja como un bebé y lo acune y cante canciones.
No ha habido cambios en nuestra vida, no tuvo hermanos, sigue yendo a la guardería por las mañanas, y bueno, yo estoy bastante estresada en el trabajo y preocupada porque tengo un familiar bastante enfermo.
¿QUÉ ESTOY HACIENDO MAL?
Me he bajado los artículos que me pusisteis en otras ocasiones sobre los berrinches y sobre cómo hablar a sus hijos.
Gracias por todo
Hora de bañarnos, estaba contento jugando por allí. En el baño se metió detrás del cambiador y cuando le dije que nos íbamos a bañar dijo que no y se negó a salir de allí. Le saqué a la fuerza, se tiró en el suelo y empezó a pegar gritos y llorar. Yo, intentando no volverme loca, le pregunté por qué se ponía así e intenté que se calmase. Como no lo hizo le saqué la ropa forcejeando, lo metí en la bañera de igual modo y lo bañé. Durante todo el rato estuvo llorando a grito pelado y muy agitado.
Cuando me pareció que estaba más calmado le saqué al cambiador y se volvió a poner como loco dándome patadas e impidiendo que le secase y le pusiese el pañal.
Yo todo el rato estuve tranquila, casi sin hablar y, por supuesto, anonadada. Ya otras veces os comenté de su mal comportamiento y algo similar nos había ocurrido antes, pero no con tantísima intensidad.
Al final le puse el pañal y lo metí en la cuna desnudo aún para que se calmase (suele funcionar). Después de los alaridos consiguientes se calló. Entré, lo puse en el cambiador de nuevo y parecía otra persona, como sule pasar también. Sentado en el cambiador me dice que me quiere mucho, que le de un beso o un abrazo, me da cariño e intenta abrazarse a mí, me acaricia los brazos.
Y yo estoy rota y aún enfadada, y sin entender nada. No parece el mismo niño. En esos momentos está muy preocupado intentando a toda costa que yo lo quiera (imagino que sabe perfectamente que se ha portado muy mal y que estoy echa polvo) así que lo abrazo, le digo que lo quiero mucho y que no me gusta que se porte mal.
Pero todo el proceso, que duró casi media hora, me deja muy triste y preocupada. No entiendo por qué a veces es encantador y otras veces se vuelve loco.
Por otro lado está muy mimoso y pegajoso. Muchas veces me pide cuello y quiere que me siente en el suelo y lo coja como un bebé y lo acune y cante canciones.
No ha habido cambios en nuestra vida, no tuvo hermanos, sigue yendo a la guardería por las mañanas, y bueno, yo estoy bastante estresada en el trabajo y preocupada porque tengo un familiar bastante enfermo.
¿QUÉ ESTOY HACIENDO MAL?
Me he bajado los artículos que me pusisteis en otras ocasiones sobre los berrinches y sobre cómo hablar a sus hijos.
Gracias por todo
los martes hay piscina, pues considero que el baño es opcional y se lo pregunto, en cambio hoy tiene psicomotricidad y ballet hoy toca baño, por lo tanto hoy no lo pregunto 
)
. Julio aún me pide chupete, se acurruca en mi pecho y me dice julio bebé. Si hijo, mi bebé (media hora antes me dice julio rande para subier la escalera 
)
(bueno, la verdad es que tiene mucha menos paciencia que yo, pero poco a poco va avanzando). Yo estoy embarazada, y fue sobre septiembre, cuando empezó la guardería, que él empezó con las rabietas, no quería los calcetines, los calzoncillos, la camiseta, la chaqueta... cada día era algo distinto. Yo tenía (y tengo) menos paciencia porque estaba muy cansada, me dolía la espalda... así que él se enfadaba, yo me enfadaba más, él más aún, y así hasta que estaba diez minutos llorando a tope, yo me sentía la peor madre del mundo, y los dos acabábamos hechos polvo. La solución que a mí me funcionó fue entretenerle mientras hacía algo que él no quería. Le ponía los dibus, le hablaba de lo que haríamos durante el día, de sus juguetes, y si seguía sin querer, pues me esperaba cinco minutos mientras hacíamos juntos alguna otra cosa, y después volvía a probarlo, sin decirle nada, como si fuera lo más normal del mundo. También me sirvió mucho el hacer tratos con él (esto lo leí en el foro), siempre antes de que cogiera la rabieta, claro. Si cogía la rabieta, lo cogía en brazos y le decía: qué quieres hacer, cariño? no quieres los calcetines? bueno, luego los ponemos... no llores que la mama no te entiende... Y poco a poco se calmaba. Ahora ya no coge ninguna conmigo, porque he aprendido a respetarlo y a saberlo llevar hacia lo que yo quiero sin que él sea consciente que está haciendo algo que antes no quería. De todas maneras, a veces él no quiere hacer cosas y lo respeto. Obligar por obligar no tiene ningún sentido. Esto me di cuenta después de leer el libro Bésame Mucho. Si el niño quiere algo que no le va a hacer daño, que no nos hace daño a nosotros, ni a nadie... por qué negárselo? Qué tiene de malo? Pues lo mismo al revés. Si el niño no quiere algo, y eso no representa nada para nadie... por qué obligarle? También tiene que aprender a tomar sus propias decisiones y saber que es un ser independiente a nosotros.
