Para éso supongo que todo influye, crisis de Pablete (broncoespasmo a lo bestia), mi marido de duelo por su padre, mi catarro terrible, la regla, la lluvia, ver "Tráfico Humano" ayer en la tele.... y una historia que me ha traido de cabeza toda la semana.
Bebé de cinco meses, primer dia de guardería por incorporación de su madre al trabajo. A la educadora se le queda dormido dándole el bibi, lo deja en la cunita y ya no despertó: muerte súbita. La madre imaginaos el dolor, la culpa, la pena inmensa, ha donado todos los órganos de su bebé, había un hueco para acordarse de los demás.
Estas noches cada llamada de Pablete era un recordatorio de mi felicidad a pesar del sueño. Ayer a las tres de la mañana después del Ventolín los dos cantando el "hakuna matata" o como se diga, por que nos encanta y hablando de lo que comen todos los animalitos de la tierra.
Que Dios nos de muchas noches de falta de sueño, estas noches son la vida.