estoy un poco desmoralizada con el tema teta. A ver si os lo puedo contar un poco ordenadamente, porque se me agolpan cosas en la cabeza (y en el corazón) y me gustaría que no quedara nada en el tintero.
Desde hace algunos días algo ha cambiado en la manera de mamar de Alejandro. No tengo demasiado claro cuándo empezó todo, pero instintivamente lo relaciono con el despunte de los incisivos laterales de arriba. Cuando los incisivos centrales rompieron la encía tuvo una época parecida, pero duró una semana escasa, y luego todo volvió a su cauce. Ahora se me está haciendo más largo, o más cuesta arriba, o más doloroso...
El tema es que hace dos cosas que me provocan dolor. Una de ellas es empujarme mientras mama, al tiempo que estira de la piel del pecho hacia el esternón y echa la cabeza hacia atrás, cerrando un poco la boca y dejando la pobre teta tensa como la cuerda de un violín. Ha pasado más épocas de empujarme, pero lo fui solucionando distrayéndole con algún collar, algún muñeco, mi mano... y nunca estiró la piel, salvo ahora. Este tema más o menos lo voy llevando, después de un día que me puse firme y le quité la mano mogollón de veces, con los consabidos llantos y cabreos. Ahora lo hace menos, y cuando le quito la mano, al menos no llora como desesperado, sino que sigue mamando como resignado. De una de estas veces me ha hecho heridas en un pezón, no sé si son grietas porque nunca he tenido, pero cada vez que toma de esa teta veo las estrellas, y el dolor no se pasa en toda la toma. Confieso que suspiro de alivio cuando se aparta.
Lo otro que ha empezado a hacer es clavarme los dientes de arriba, no los que están saliendo ahora (los laterales) sino los que ya tiene (los centrales). Intento que abra la boca lo más posible, pero me los sigue clavando, y cuando retiro la teta, la pobre tiene la marca de los dos dientecitos. Le retiro y le vuelvo a colocar, pero como la mayoría de las veces está a punto de dormirse, al final me termino rindiendo por no terminarle de espabilar, porque ya os imaginaréis que cada vez que le quito llora superlastimosamente. Lógicamente de madrugada cuando está medio adormilado es aún peor, así cuando antes casi ni me enteraba de las tomas nocturas que hacía, ahora me despierto... y mucho!!!!
Las tomas se han convertido en un poco tortura. Si le doy la teta que no tiene heridas, me duelen los dientes que clava, y se suma que le encanta juguetear con la otra teta, y normalmente a mí me hace gracia que lo haga, pero es que la otra teta es la que tiene las pupas. Si le doy la teta herida, al dolor de las pupas se suma el de los dientes... Vaya, un show...
Luego ya sabéis lo trágicas que somos a veces... Yo estoy ahora en modo helena de troya. Recuerdo todo lo que he disfrutado dando teta, y lo traumático que me resulta ahora. Me paso las tomas apretando los dientes. Se me pasan por la cabeza mil pensamientos: que si será que todos estos meses atrás la postura no ha sido correcta, y sale a relucir ahora, que si será posible reeducarle para que no me haga daño, que cuánto tiempo aguantaré así si la situación no varía... Hasta en el dichoso frenillo he pensado. Estoy buscando un grupo de apoyo, a ver si me pueden ayudar, pero los calendarios de reuniones no me cuadran mucho y no quiero dejar pasar muchos días, porque lo estoy pasando realmente mal. Hasta he buscado el contacto de una IBCLC en Madrid para que venga a casa a ayudarme, aunque aún me lo estoy pensando (es una passsta, aunque si me veo igual, pues cochino dinero, para qué sirve si no?)
Ays, que crisis madre mía. Que durillas que son mientras se pasan. ¿Como os apañasteis vosotras con los dientes? Por más que pienso, yo creo que he estado metiendo la pata todos estos meses (con la postura, quiero decir), y sale a la luz ahora, que los dientes empiezan a tener un tamaño considerable. Sólo espero que se pueda reeducar... a lo mejor a estas alturas ya no se puede? Ay, estoy más boba...
Gracias por leerme.