- Vie, 27 Ago 2010, 15:14
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Mira por donde tenemos la hamaca, y a pesar de haberlo pensado, aun no la hemos usado... pues otra cosa más, porque ya llevamos de todo:
Os hago un resúmen de los últimos días, un par de semanas, para que veáis la evolución.
Gracias de antemano a quien lea y aporte algo;
Arturo ha ido tomando el aerored, que es lo primero que le recetaron, desde la primera visita al pediatra, allá por las dos semanas de vida. 4-5 gotas en cada toma. Este de por sí, solo, no le hacía ni cosquillas, y el problema de los gases en las tomas persistía. Fuimos viendo nuevas posturas para ayudarle a expulsarlos, que si sentado de cara a mi, que si boca abajo en las rodillas, más o menos alto en e hombro, boca abajo en el brazo... hasta hablando con el pediatra decidimos regular las tomas, 12 minutos en cada pecho y cada 6 expulsar gases, luego si seguía con hambre, otros 3 en cada pecho y así pero solía saciarse con los 24. Finalmente, un pequeño masaje cuando no eructaba conseguía que echase algo de gas, y así lo he mantenido, para asegurarnos de que no le quede mucho gas de las tomas. En este punto estaba casi seguro de que si se hinchaba, era por fermentación o algo así en el estómago, más que por no coger bien el pecho, que lo hace, o por no echar los gases. Pero el tercer pediatra (no hemos parado como veis) nos dijo que si engorda, no hay intolerancias ni nada similar.
En este tiempo, repito, casi 20 días, Arturo ha engordado 1,1 kilo y crecido unos 6 cms. Ahora pesa ya 5. Todo el que lo ve dice que está grande para su tiempo.
Vistas todas las "acciones digestivas", en todas y cada una de las tomas que hace cada 3 horas, a veces 4, a veces 2 y media, al ver que el problema persistía, empezamos a probar con remedios de la abuela: Un trago de manzanilla antes de cada toma, para que cogiese el pecho con menos ansias, pues pensamos que a veces el problema es más de tomar con muchas ansias más que del efecto de la leche en él. Intentar darle un poco antes de que se despertase para ver si tomaba más tranquilo, o estar muy pendientes de darle justo cuando lo hacía, servía de poco, pues se dormia y hacia solo función chupete. TRas el primer remedio de abuela, pasamos al segundo, la Hierba Luisa, y tampoco notamos gran cosa. Y por último, el carminativo Juventus, cero patatero.
Nos recomendaron el Reuterí, y en ello estamos. No sabemos si puede haber sido eso, pero poco a poco, a las 2 semanas de empezarlo, está expulsando mejor los gases, sobre todo por abajo. "Estupendo, adiós visitas pesadas", pensamos, pero... viene la parte "B" de los
cólicos;
Yo creo que le llaman
cólicos a todo lo que no entienden y hace llorar a los bebés... porque lo de los cambios de sol no creo que tengan nada que ver con el intestino. Y es que desde hace una semana, lo que siempre ha tenido de estar más molesto por las tardes, aparte de los gases que podían ser a cualquier hora, se está acentuando, y bastante. Supongo que también lo habéis pasado, pero Arturo, puede llegar a llorar hasta quedarse sin aire y completamente morado, si no se le corta en los 30 primeros SEGUNDOS.
Primero le calmaba salir a pasear en la silleta, más si iba en el huevo que en el capazo, sería por los gases y estar tumbado que no le gustaba.
Luego la calle debía tener adoquines o algo que traquetease, si no, malo.
Después, y hablamos siempre de principio de la mañana y final de la tarde, el coche parecía relajarle. Ale, a pasear por la carretera...
Cada uno de estos sistemas, se iba desvaneciendo, y por descontado que se alternaban con ratos en brazos, (está más en brazos que en el cochecito) palabras suaves, musica, tranquilidad (vivimos en un barrio sin nada de ruido y hemos veraneado en una sierra sin carreteras siquiera), y teta, a la que simplemente llora sin tomar. Cosas curiosas como un helicóptero o un lugar con ruido, le calman más que la tranquilidad... Lo del automóvil creo que iba por ahí.
Los últimos 7 días, sobre todo al anochecer, coge unos llantos absolutamente desconsolados, como si lo estuvieran pellizcando, en los que hemos seguido probando lo que ya se nos ocurria sobre la marcha (olvidaros de los consejos que teneis en mente de hablarle flojito y arroparlo, que eso se quedó ya varios renglones más arriba sin éxito alguno) Si al principio bastaba con pasearlo con el traqueteo de los caminos de tierra en el huevo, desde antesdeayer hemos probado, en la Sierra de Cazorla:
. pasearlo por una pista forestal junto a un rio en el carro. le calmaba un poco, sobre todo el ruido, pero al final solo aguantaba yendo ya deprisa en el carro, que no es plan, o en brazos, sujetándole el chupe porque se le cae solo cada 10 segundos. Y moviéndole un poco, nada de dejarle quieto en los brazos.
. Soplarle un poco en la carita cuando vemos que va a arrancar a llorar: Vimos que lo hacía la matrona en el hospital y lo hacemos, pero solo funciona si aun no ha cogido la barraquera, cosa que repito, puede pasar en apenas 30 segundos si le pilla en el pecho, de tránsito de un lado a otro, o donde sea sin esos sopliditos. No se si tendrán contraindicaciones, pero le cortan el arranque de la llantera.
. Ayer por la tarde estábamos paseándolo ya con el fresco de la puesta de sol tranquilamente, intentando calmar esos primeros brotes de agitación, y cogió la barraquera en la silleta. Lo cogió mi mujer e intentó calmarlo como decís aquí, suavemente, meciéndolo, hablando bajito, etc, y nada. Luego los soplidos no le hacían ni risa, y estuvo media hora en brazos, bien de temperatura, bien de ruido, bien de todo, pero llorando desconsolado, incluso algún conocido con niños más mayores lo cogía para intentar calmarlo, y nada, rojo ya que se pasaba. Así que decidimos seguir con él cogido para tranquilizarlo, como otras veces, sin quemarnos más a sabiendas de que el niño está sano y esto se pasará algún dia. Hasta pasar junto a unos aspersores que estaban regando y mojaban el camino. Lo apreté un poco contra el cuerpo, y pasé corriendo, una carrera de unos 30 metros. Y SE CALLÓ. Mi mujer y yo nos miramos, y a riesgo de parecer un par de locos, le di 3 carreras más hasta que se quedó con cara de asombro pero callado. Repito: después de un ben rato llorando a tope. Luego ya los sopliditos empezaron a hacer efecto, y por fin, en unos 15 minutos más, pudimos enchufarlo a la teta sin que llorase. Inaudito.
Esta tarde vamos a coger un libro de un tal Raul Guzmán, específico de los
cólicos del lactante, y a ver si queda algo más por aprender... También, y en previsión de el atardecer le daremos una tila, que nos dijo también el último pediatra (el mejor con diferencia, jefe de pediatria del hospital de linares), que probásemos, pero sin muchas esperanzas... y es que sigo pensando que el problema es más de ansiedad que de gases, y que lo primero le ha llevado a lo segundo y a lo de las tardes/mañanas. Y por qué no, la mecedora de las pilas.
En fin, ya veis, que no es una caso fácil, y que todos los brazos, cariños, e incluso colecho, los ha tenido, antes de lo demás, asi que por eso que no sea. Aparte de unos padres ya con más de 35 años, serenos, con todo el dia para él desde que nació, y con medios para que esté en estado óptimo, costumbres sanas, buena alimentación...
Seguiremos probando, y gracias a quien lo haya leído entero. Cuando de con la solución, escribiré un libro, y si no la hay, también, para que la gente se ahorre lo que llevamos gastado en intentos...