Llegó la noche y como ya había hecho alguna otra vez, me pidió la mano en el sofá, se puso boca abajo y se quedó dormida.
Luego en los despertares siguientes pues siguió tomando el pecho como siempre.
Así la primera semana.
Peeeeeeero metí la pata. Pensando que lo llevaba fenomenal, puesto que las noches habían sido de decirle que estaba la teta mala y soltarse enseguida y seguir durmiendo, me dejé las tiritas por la noche y vaya vaya. Sofocón al canto, venga a llorar. Total que me quité rápidamente las tiritas y al hacerlo bruscamente me hice una herida en la aureola.
Al día siguiente la peque estuvo superdemandante, con rabietas a tutiplem, lo que me hizo pensar que había ido demasiado deprisa y que las noches, de momento, tenían que seguir así.
Y como lo que yo quería era que por el día no me pidiera y lo había conseguido, pues me dije "ale niña más vale retomar las noches con teta que la peque duerme mucho mejor y vas a descansar más". Y dicho y hecho, la peque ha dormido mucho más tranquila, incluso llevo dos noches que para soltarla del pezón le cuento hasta 10 y se suelta ella sola y se pone a dormir a mi lado.
Así que poco a poco, ya no me pongo tiritas, pero me he pintado unos lunares negros negrísimos en el pecho y así, cuando le da la turuntela y me baja el sostén los ve y me dice "mamá tene pupa" y me tapa los pechos otra vez y se va a otra cosa.
Seguiré contando el proceso, se que es largo pero lo prefiero así, poco a poco.
Eso sí, no tengo tiempo para nada porque para que no se acuerde estoy con ella encima, juego mucho más, estoy atenta para que no esté aburrida, le ofrezco cada poco alimentos nutritivos y que le llenen. Creo que eso está ayudando mucho.