"es aconsejable valorar las funciones neurocognitivas del bebé desde los primeros días de vida con el llamado test de Brazelton, que valora aspectos como la memoria a corto plazo, la capacidad de atención o la irritabilidad. Este test ayuda a distinguir, entre los bebés de bajo peso, cuáles tienen un desarrollo neurológico correcto y cuáles requieren un seguimiento especial. El equipo del Clínic investiga actualmente si técnicas de imagen como la resonancia magnética o la ecografía pueden ayudar a diagnosticar mejor a los bebés que nacen con un trastorno de desarrollo neurológico.
En los casos en que se detecta este trastorno, "conviene fomentar especialmente la lactancia materna", señala Gratacós. Dado que estos niños son irritables y no suelen mamar bien, es habitual que las madres renuncien pronto a darles el pecho. Pero "la lactancia ha demostrado tener un efecto positivo sobre el desarrollo del sistema nervioso y, en estos bebés, es especialmente beneficiosa".
"Gigoló" (vividora) de la maternidad
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Yo de mayor quiero ser.... EMPODERANTE
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